Este vehículo, desarrollado por Scania, cuenta con un motor diésel de 9 litros y 360 cV que se combina con una máquina eléctrica de 115 kW y unas baterías que permiten hasta 60 kilómetros de autonomía en modo completamente eléctrico.
La combinación de ambas tecnologías hace posible una distribución de última milla de 0 emisiones, incluyendo el equipo de refrigeración, al mismo tiempo que se logra la máxima autonomía y adaptación a la operativa habitual de una empresa de transporte con el motor de combustión y una autonomía total de más de 1.000 kilómetros.
Para el director general de Disfrimur, Juan Jesús Sánchez, esta nueva incorporación “constituye un hito dentro del mundo del transporte” y es una prueba más de que “la movilidad del futuro será un mix de energías, cada una utilizada en un equilibrio entre economía y ecología”.
La empresa de transporte por carretera enmarca este proyecto dentro de su estrategia de "Transporte Invisible", que persigue reducir la huella de carbono a través de la renovación continua de su flota, la incorporación de vehículos que utilicen combustibles alternativos y el cálculo, reducción y compensación de emisiones de dióxido de carbono.
Es por ello que Disfrimur desarrolla diversos estudios para conocer la viabilidad y la puesta en marcha de vehículos propulsados por combustibles alternativos tales como la electricidad, el biogás o el hidrógeno.