La saturación de los accesos a la A-3 es uno de los principales escollos a los que se enfrentan los tres municipios que suman 8,3 millones de metros cuadrados de suelo industrial y otros tres millones por desarrollar. Por ello, acordaron trabajar conjuntamente en una propuesta que permita aumentar los flujos de acceso al polígono por diferentes vías.
Una de las infraestructuras más importantes que aliviarán el elevado tránsito es el Puente de Baló, cuyo proyecto se encuentra actualmente en el Ministerio de Transportes a falta de validación para proceder a la licitación de las obras.
Los otros proyectos que reclamarán los tres alcaldes es la ampliación del puente de Loriguilla, la ejecución de una rotonda a la altura de las vías del tren y el desdoblamiento y conexión de la CV-383 con el Circuito de Cheste y el área industrial colindante.
Los alcaldes coincidieron “en la necesidad de ir de la mano con objeto de agilizar estas infraestructuras que diariamente hacen perder competitividad a nuestras empresas, especialmente las del sector logístico”.