MADRID. La logística de la automoción conoce cuáles son las limitaciones del ferrocarril en cuanto a su accesibilidad al destino final. Por ello, apuesta de forma decidida por seguir empleando la carretera para abastecer sus concesionarios y hacer llegar los vehículos a los puertos para su exportación.
El principal problema radica en que el sector de portavehículos ha perdido en los últimos tres años el 30% de su flota por achatarramiento. Tal y como detalla el presidente de la asociación Transportave, José Manuel Peña, “esta pérdida responde a problemáticas como el alza de los costes, la falta de conductores y la crisis de semiconductores, que condujo a la migración de vehículos a otros sectores”. Ante la falta de fabricación de vehículos, los portavehículos se quedaron parados y por ello gran parte de la flota se llevó al achatarramiento.
“Estamos en una situación delicada porque es cierto que hay una falta de capacidad importante. Nosotros ya veníamos avisando de que la flota que quedaba era insuficiente para servir un volumen normal de producción y, efectivamente, hemos llegado a ese punto de falta de capacidad”, explica el presidente de CETM-Portavehículos, Pedro Ruiz.
Aunque la situación de los portavehículos ha mejorado en comparación a 2021 y 2022 en cuanto a volumen de trabajo y, por ende, en el ámbito económico, lo cierto es que “todavía estamos muy lejos de nuestras necesidades reales”. Por ello, el sector hace unas peticiones concretas a los cargadores, que se centran en alcanzar la estabilidad del sector. En primer lugar piden ampliar los márgenes para “que este sector pueda crecer con seguirdad y estabilidad”. Además, los portavehículos demandan transparencia y fiabilidad “porque al final nosotros estamos en una situación donde nos hemos visto obligados a hacer importantes inversiones en un entorno tremendamente incierto”. Por ello, se piden contratos a largo plazo y “sinceridad en la negociación”.
Por otro lado, en lo social el sector pide a cargadores y fabricantes “que comprendan que hay que dignificar y hacer atractivo el sector”. Para ello “tenemos que dotar de estructura las campas, fabricas, puertos y concesionarios, en definitiva en todos aquellos lugares donde se realicen operaciones de carga y descarga, para que se lleven a cabo de forma segura y, también, para que la espera sea en sitios adecuados, tanto para el conductor como para los camiones”.
Con todo ello, tanto para CETM- Portavehículos como para Transportave, la fórmula exacta de estar basada en la colaboración estrecha entre fabricantes y transportistas. “Necesitamos fiabilidad para poder invertir, que es lo que hoy no tenemos”, señala Ruiz.
“La formula idónea debe resultar de un gran pacto por la dignificación del trabajo. No podemos dejar de entender que este es un sector complejo, cuyos vehículos son más caros de adquirir y mantener, cuyo uso es exclusivo para el transporte de otros vehículos. La solución pasa por la creación de una mesa de trabajo, en la que cada uno de los intervinientes (cargadores, fabricantes y asociaciones profesionales representantes autónomos y microempresas), trabajemos en la búsqueda de medidas consensuadas, que ofrezcan estabilidad y seguridad al sector”, subraya Peña.