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El equilibrio, según Newton

Llevan los estibadores de Bilbao 25 días seguidos en huelga en el ejercicio de un derecho fundamental y constitucional, como reconoce la Carta Magna. Si, como se dice, todo derecho conlleva una obligación, en huelgas como ésta sus promotores se erigen en sujetos activos del derecho, pero confunden el sujeto de la obligación al trasladar sus perjuicios a terceras partes que nada tienen que ver con el conflicto, ni en su causa ni en su solución. 

  • Última actualización
    02 noviembre 2020 19:24

Sólo pasaban por allí. Son rehenes en un secuestro legalizado, los daños colaterales del conflicto, como las mercancías secuestradas en muelles y naves del puerto, en tantas industrias afectadas por los paros. En una huelga, la fuerza de unos es la debilidad de otros. Pero si el equilibrio es un juego de fuerzas, como formuló Newton, en una huelga las fuerzas no siempre actúan por igual en ambas direcciones, no siempre están equilibradas.

Cerca de cumplirse un mes de paros y con 31 jornadas más previstas, el órdago de los estibadores es una vuelta más de tuerca que someterá al Puerto de Bilbao y a su comunidad portuaria, a las empresas de su hinterland, a los miles de trabajadores que dependen de él, a una asfixia que ha provocado ya el desvío de tráficos y una pérdida de confianza que costará años devolver. Así no es posible la garantía del empleo que los sindicatos demandan.

Con la vía de la mediación laboral agotada y la negociación colectiva en punto muerto, el calendario avanza hacia un nuevo período de huelga que ni el Puerto de Bilbao, ni Bizkaia, ni Euskadi, ni España, se pueden permitir. Mientras las partes siguen enrocadas, la Administración autonómica vasca lanza mensajes contradictorios. El viernes, la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia (PNV), tomaba partido en una entrevista al asegurar no entender la estrategia sindical de “intentar parar la actividad en Euskadi en una crisis económica en la que tanto nos jugamos”. Apenas dos horas después, en el Pleno de Control del Parlamento Vasco, la consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendía (PSE), se ponía de perfil al responder a EH Bildu sobre su postura en relación con esta huelga. Mendía se limitó a recordar el deber del Ejecutivo de “proteger el derecho legítimo a la huelga de todos los trabajadores”. Ni una sola mención a sus efectos. Si el equilibrio es un juego de fuerzas, en un gobierno de coalición, las fuerzas de sus socios tampoco están siempre en equilibrio.

El ejercicio del derecho de huelga precisa una regulación legal que dé seguridad jurídica a todas las partes, pero su ausencia revela que nadie se ha atrevido aún a hacerlo

Los sectores económicos y  sus miles de trabajadores no se preguntan quién tiene o no razón en este conflicto, sino cuándo y cómo se solucionará. Muchas voces reclaman un arbitraje obligatorio ante la insuficiente regulación del derecho de huelga, una materia muy sensible y arma arrojadiza en el ámbito político y sindical, lo que no ha facilitado el consenso alrededor de una Ley de Huelga. En su ausencia, se  denuncian abusos por ambas partes: piquetes sindicales poco informativos y coacciones, por una parte; “piquetes silenciosos” que limitan el derecho de huelga con la presión a los trabajadores temporales, por otra.

Así las cosas, el ejercicio del derecho de huelga precisa una regulación legal que dé seguridad jurídica a todas las partes, pero su ausencia revela que nadie se ha atrevido aún a hacerlo. Ni los sindicatos, por temor a una legislación restrictiva; ni los empresarios, para evitar una interpretación extensiva. Y los partidos, por no asumir el desgaste de un debate que creen no les reportará rentabilidad política.

La primera ley de Newton dice que “para que un sistema permanezca en equilibrio la sumatoria de todas las fuerzas aplicadas y no aplicadas debe ser nula”. El equilibrio, como se ve, es un juego de fuerzas. Y en la estiba, la sumatoria de las fuerzas no da 0. Newton estaba en lo cierto, por lo que habrá que alterar las fuerzas para alcanzar el necesario equilibrio.