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El sello humano

No hace mucho tiempo un buen compañero de profesión, actualmente dedicado la comunicación institucional, aseguraba que la mejor forma de no alterarse con la publicación de determinadas noticias, falsas y maniqueas, es ignorarlas.

  • Última actualización
    18 septiembre 2019 19:09

Interpelando a su profesionalidad y a la obligación de leer todo aquello relacionado con su ámbito comunicativo, argumentó que hay tres parámetros que dan pistas suficientes como para saber cuál es la orientación de un artículo: el medio de comunicación, el titular y el autor o autora.

Evidetemente, no puedo compartir esa opinión porque sigo pensando que es necesario leerlo todo, aunque no te guste. Pero no deja de ser curioso que el trabajo de un periodista pueda llegar a ser filtrado de esa forma y catalogado a priori.

Esa parece que es nuestra responsabilidad. En una sociedad como la actual, marcada por la cultura de la imagen y desprovista mayoritariamente de cualquier elemento que tenga que ver con el esfuerzo, tiene mucho mérito conseguir que una cabecera sea reconocida por su rigor, su calidad y la profesionalidad de todos y cada uno de los integrantes de la plantilla.

La particularidad de ese sello con el que son “tocados” los profesionales de una empresa es un signo distintivo que actúa como primer agente comercializador, muy por encima incluso del propio producto.

La esencia de las personas se destila necesariamente a través de su trabajo y la forma de relacionarse con los demás. Una empresa impersonal y gris puede llegar a alcanzar límites muy altos de eficiencia y productividad, sin duda, pero difícilmente llegará a alcanzar la excelencia si no está dotada de humanidad.

Nos hemos cansado de escuchar a los grandes gurús de la gestión empresarial (conocida y denominada por los horteras españoles como management) hablar de las claves del éxito, de los pilares de la empresa... y muy pocos de ellos se han referido al particular sello humano. Y no me refiero a esas otras pijadas del capital humano o del cliente interno, estoy hablando de la capacidad de las personas para portar la identidad de su empresa, y viceversa. Es decir, que la propia mercantil tenga capacidad para imprimir una determinada personalidad en sus trabajadores. Sin más.

¿Cómo se consigue eso? Pues la verdad es que no lo tengo muy claro, pero para empezar es necesario predicar con el ejemplo; para seguir es importante no perder de vista que, por encima de todo, siempre existe una interrelación entre personas y, para finalizar, hay que tener claro que pocas cosas existen más importantes en una relación que el diálogo, el entendimiento y la empatía. Aquel que no sea capaz de cultivar e ir consechando alguna de estas cualidades se puede dar por perdido en el ámbito del liderazgo de equipos.

Y así, poco a poco, tejiendo cada día la relación y poniendo en práctica todo aquello que exigimos a los demás, es como se consigue la credibilidad y el reconocimiento. Fácil.

Aterrizo, que no es poco y ya son horas. Me encanta cuando afirman que esta o aquella información es cierta y rigurosa porque la han leído en Diario del Puerto... Como diría aquel... detrás el abismo.

Que pasen un buen día. Si pueden.