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El transporte asume el reto de compatibilizar el aumento de actividad con la descarbonización

La actividad total del transporte en 2050 será más de dos veces superior a la que se registró en 2015, según las tendencias actuales. El transporte de pasajeros se multiplicará por 2,3, mientras que el transporte de mercancías lo hará por 2,6. El crecimiento de la demanda total es por tanto más lento que el previsto en la anterior edición del informe “Perspectivas del Transporte” del  International Transport Forum (ITF), el organismo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en la que se esperaba que la demanda total se triplicara.

  • Última actualización
    27 mayo 2021 15:56

El menor aumento de la demanda en las próximas décadas refleja las proyecciones menos optimistas de crecimiento económico y los nuevos compromisos de descarbonización asumidos en 2018-2019. Así, la demanda de transporte futura reflejará la incierta trayectoria de recuperación tras la pandemia,  lo que dificulta la elaboración de proyecciones sólidas. 

Sin embargo, el continuo desarrollo económico y el aumento de la población mundial se traducirán en una mayor demanda de transporte en general. Las actuales políticas de descarbonización del transporte son insuficientes para hacer que el transporte de pasajeros y de mercancías sean sostenibles. Incluso cumpliéndose los compromisos actuales, se prevé que las emisiones de CO2 del sector transporte aumenten casi un 16% hasta 2050. La reducción de emisiones de estas políticas se verá contrarrestada por el aumento de la demanda de transporte.

 

Acción climática

Por el contrario, unas políticas de descarbonización del transporte más ambiciosas podrían reducir las emisiones de CO2 del transporte aproximadamente en un 70% para 2050, en comparación con niveles de 2015. Esta reducción permitiría poner el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5º C al alcance de todos. 

Resultarían necesarias más acciones, mejor orientadas, para reducir los viajes innecesarios; reorientar la actividad del transporte hacia modos más sostenibles; mejorar la eficiencia energética; y agilizar el mayor uso de vehículos eléctricos y de combustibles bajos en carbono.

El intenso crecimiento de la actividad del transporte de mercancías exige un mayor esfuerzo por su descarbonización. Con las políticas actuales, se prevé que en 2050 las emisiones de CO2 del transporte de mercancías sean un 22% superiores a las de 2015. Se prevé también que la cuota de emisiones generadas por el transporte de mercancías sobre el total de emisiones de transportes siga creciendo, aunque lentamente. 

En cambio, las emisiones absolutas del transporte de mercancías podrían ser un 72% inferiores a las de 2015 con políticas que impulsen la consolidación de las cargas, mejoren la colaboración en las cadenas de suministro, avancen en los procesos de estandarización y promuevan las tecnologías de baja emisión de carbono en todo el sector.

 

Acelerar

Fomentar el cambio de comportamiento y aprovechar los paquetes de estímulo para la recuperación económica de la pandemia para acelerar la descarbonización del transporte acelerarán en gran medida la transición hacia una movilidad sostenible. Vincular la recuperación económica con la descarbonización del transporte permitiría alcanzar los objetivos climáticos del Acuerdo de París con mayor rapidez y seguridad.

Las políticas de descarbonización no deben imponer cargas desproporcionadas en algunos ciudadanos. Es esencial que las políticas sean diseñadas de forma que eviten los efectos distributivos negativos. Los grupos y las regiones más desfavorecidos soportan la mayor parte de los costos del cambio climático y las externalidades negativas creadas por las opciones de movilidad de los sectores más prósperos de la población.

 La acción climática no debe empeorar la situación de los más vulnerables, sino que debe tener como objetivo mejorar la equidad social. Un fuerte énfasis en la mejora de la accesibilidad ayudará a conseguir ambos objetivos: hacer que la movilidad sea más eficiente y, por tanto, menos contaminante, y facilitar a los ciudadanos el acceso a oportunidades.

Las actuales políticas de descarbonización del transporte son insuficientes para que el transporte sea sostenible. Incluso cumpliéndose los compromisos actuales, las emisiones de CO2 del transporte podrían aumentar casi un 16% hasta 2050

EL DATO

22%El intenso crecimiento de la actividad del transporte de mercancías exige un mayor esfuerzo para su descarbonización. Con las políticas actuales, se prevé que en 2050 las emisiones de CO2 del transporte de mercancías sean un 22% superiores a las de 2015. En cambio, las emisiones absolutas del transporte de mercancías podrían ser un 72% inferiores a las de 2015.

 3 diferentes escenarios

El informe “Perspectivas del Transporte 2021” del Foro Internacional de Transportes (FIT) presenta escenarios de la demanda mundial de transporte a lo largo de las próximas tres décadas, hasta 2050. Abarca  todos los  modos  de transporte  de  pasajeros y  de  mercancías. Los  escenarios incluyen proyecciones de las emisiones de CO2 del transporte bajo diferentes condiciones, lo que permite evaluar los posibles impactos medioambientales de la futura actividad del transporte.

Esta edición analiza el impacto de la pandemia en los sistemas de transporte y su papel en la equidad social y el bienestar humano. Los escenarios modelan posibles cambios a largo plazo causados por la pandemia y los relacionan con retos y oportunidades para descarbonizar el transporte. “Perspectivas del Transporte 2021” identifica las acciones de política pública necesarias para asegurar una transición efectiva y equitativa hacia la movilidad sostenible a nivel urbano, regional y global tras la pandemia. Se  han modelizado  tres  escenarios diferentes:  

 

Recuperación

Representa  los esfuerzos actuales a nivel mundial, extrapolados a 2050. 

 

Remodelación

Supone que los gobiernos implementarán políticas de descarbonización más ambiciosas que las actuales.

 

Remodelación+

Los gobiernos aprovecharían  además  las  oportunidades  de descarbonización del transporte surgidas con la pandemia.

El transporte de pasajeros se multiplicará por 2,3, mientras que el transporte de mercancías lo hará por 2,6. La figura muestra estimaciones modelizadas. “Recuperación”, “Remodelación” y “Remodelación+” se refieren a los tres escenarios modelizados, que representan políticas cada vez más ambiciosas para descarbonizar el transporte. El transporte aéreo supone menos del 1% de la demanda total. Logística urbana se refiere al transporte de mercancías en áreas urbanas. Fuente: International Transport Forum (ITF). Diseño: José Antonio Sánchez. La huella de carbono de las mercancías, tan importante como la de los pasajerosEl transporte de mercancías recibe menos atención de los responsables políticos de la que merece, dado su carácter transfronterizo, complejidad y naturaleza comercial. Así, la ambición política ha sido relativamente baja con las mercancías en comparación con los pasajeros, aunque el transporte de mercancías es responsable de más del 40% de todas las emisiones de CO2 del transporte. 

 

“Normalidad”

Se prevé que la demanda de transporte se duplique en las próximas tres décadas, incluso con una agenda política ambiciosa.

Por tanto, es crucial emprender una acción audaz y rápida para descarbonizar el sector. El regreso a una situación de “normalidad prepandémica” significará un aumento de las emisiones del transporte de mercancías  carga y el incumplimiento de los objetivos de mitigación del cambio climático. 

Sin embargo, con acciones decisivas de descarbonización, las emisiones de CO2 del transporte de mercancías podrían será hasta un 72% menores en 2050 que en 2015.

 

Transporte terrestre

La introducción de tecnologías bajas en carbono en todos los modos, la consolidación de cargas, la colaboración y la estandarización, se encuentran entre las principales palancas para hacerlo posible. 

El transporte de mercancías por carretera será decisivo para la descarbonización del transport, ya que los camiones emiten actualmente el 65% de todo el CO2 del transporte y seguirá siendo el modo dominante de transporte terrestre.

Aún no están disponibles comercialmente soluciones neutrales en carbono para camiones de largo recorrido, lo que hace necesario nuevos avances en tecnología de vehículos e infraestructuras de suministro y distribución.

 

Transporte marítimo

Por su parte, el transporte marítimo representa más del 70% del comercio mundial. La Organización Marítima Internacional (OMI) ha establecido objetivos, pero según ITF aún no ha acordado medidas para reducir significativamente las emisiones del transporte marítimo.

Las oportunidades para la descarbonización del transporte de mercancías surgen del mayor énfasis en las cadenas de suministro resilientes con motivo de la pandemia. 

Una digitalización y automatización más rápidas pueden ayudar a optimizar la logística y reducir su huella de carbono. 

Los paquetes de estímulo pueden incluir inversiones en la producción de combustibles alternativos, infraestructura de distribución y suministro. También pueden impulsar la disponibilidad de soluciones multimodales y su competitividad.