MADRID. La electrificación de la línea supondrá una notable ventaja medioambiental frente a la tracción diésel, además de las derivadas de la deslocalización de los ruidos y emisiones.
Los trabajos licitados incluyen obras civiles y de construcción, ejecución de estructuras, montaje de equipamientos, canalizaciones, accesos, sistemas de seguridad, pruebas y puesta en servicio, tanto para la construcción de las dos subestaciones eléctricas como de la línea aérea de alta tensión y los centros de autotransformación. Igualmente, se encuentra en fase de contratación la asistencia técnica para estas obras por importe cercano a los 600.000 euros.
Esta actuación hará posibles circulaciones más seguras y reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), estimada en un 59%. La tracción eléctrica requiere aproximadamente un 25% menos de energía primaria y hasta un 45% menos de energía procedente de fuentes fósiles.
Estos trabajos se inscriben en el Plan Director de la línea Zaragoza-Teruel-Sagunt (311 km), con una inversión de 450 millones de euros, con el que se mejora la infraestructura para seguir potenciando el tráfico ferroviario, especialmente el de mercancías, adaptando los parámetros a los estándares de altas prestaciones, nacionales e internacionales.
Esta línea es estratégica por su ubicación geográfica para la conexión por ferrocarril entre el Mediterráneo y el Atlántico y conecta con las áreas portuarias de Valencia y Bilbao y con los nodos logísticos de Platea (Teruel), Zaragoza-Plaza y Júndiz (Vitoria).