VALLADOLID. Además, el adjudicatario podrá optar a otros 43.000 metros cuadrados para la expansión de la zona logística durante la vigencia del contrato, que inicialmente será de seis años. Este periodo podrá prolongarse hasta un máximo de 20 años en función de distintos parámetros, especialmente la realización de inversiones adicionales por parte del adjudicatario.
Integrada en la red de nodos logísticos estratégicos de la red ferroviaria y el Corredor Atlántico, así como en los servicios de autopista ferroviaria, esta terminal concentrará, tras su próxima puesta en servicio, la actividad ferroviaria ligada al transporte de mercancías que actualmente se desarrolla en la estación de Campo Grande y las instalaciones logísticas de Argales, La Esperanza y La Carrera.
Los espacios e instalaciones objeto de licitación tendrán una doble finalidad: servicios ligados a logística de UTI, como carga y descarga sobre y desde vagón, además de almacenamiento, limpieza y reparación, inspección, pesaje, etc; y servicios ligados a la logística del tren, como, entre otros, la recepción o expedición de convoyes y las maniobras con o sin locomotora. El adjudicatario prestará estos servicios a riesgo y ventura.
Adif ultima las obras de construcción de la terminal de mercancías de Valladolid, cuya superficie se organizará en tres ámbitos. Por un lado, la terminal de carga intermodal (55.650 metros cuadrados), compuesta por una losa de carga de 37.500 metros cuadrados, con 50 metros de ancho y 750 de largo; así como dos vías de 750 metros. Por otro, el edificio de gestión administrativa y de servicios (350 metros cuadrados). Finalmente, el tercero de esos ámbitos es el vial de acceso, zona para otros servicios auxiliares y zona de estacionamiento de vehículos en terreno asfaltado (7.000 metros cuadrados).
La terminal se localiza en el nuevo complejo ferroviario de la ciudad, una gran instalación con 700.000 metros cuadrados que permitirá unir todas las actividades logístico-industriales, de mantenimiento de vía y de material rodante en único espacio.
La instalación, en la que Adif invierte, conjuntamente con la variante, 300 millones de euros, será la mayor de España de este tipo y una de las más grandes de Europa. Se divide en varias áreas principales: instalación técnica para el tratamiento de trenes (117.000 metros cuadrados y 14 vías); terminal de mercancías (63.000 metros cuadrados); zona de ampliación (43.000 metros cuadrados de terreno para la expansión de la actividad logística); y vial de acceso a la zona logística y zonas auxiliares (7.000 metros cuadrados).
Además, el complejo contará con una base de mantenimiento de Adif, talleres, almacenes y oficinas, así como los centros de tecnología de vía y Redalsa.
Por otra parte, Adif sigue trabajando en la construcción de la Variante Este de Valladolid, en torno a 18 km de longitud, con el objetivo de su puesta en servicio en dos fases entre 2025 y 2026. La primera fase, la de mayor longitud, supondrá la activación del tramo entre la conexión con FASA Renault y el enlace Norte, reduciendo en una cuarta parte los tráficos de mercancías que actualmente atraviesan la ciudad.
La segunda fase, con la puesta en servicio completa de la Variante hasta su enlace Sur, eliminará todos los tráficos de mercancías por el centro de Valladolid.
La Variante Este, que supone una inversión de 140 millones de euros, se construye en vía doble de ancho convencional y canalizará la circulación de todos los trenes de mercancías de la línea Madrid-Hendaya, sorteando su paso por la ciudad y su estación, y conectando con el nuevo complejo ferroviario.
Su velocidad máxima de diseño es de 160 km/h y cuenta con grandes estructuras como el viaducto de los Tramposos, de 1.130 metros de longitud, o el túnel de San Cristóbal, de 2,2 kilómetros.