Varias son las amenazas y debilidades a las que ha tenido que hacer frente el servicio Yiwu-Madrid a lo largo de los últimos diez años.
Según fuentes de YXE, las influencias políticas y económicas internacionales afectan a la selección de rutas y a la seguridad operativa de los trenes China-Europa. “Es necesario prestar mucha atención a la estabilidad y los cambios políticos de los países a lo largo de la ruta. Ante conflictos como la guerra entre Rusia y Ucrania y el palestino-israelí, los países han implementado estrictas inspecciones de bienes importados y exportados, especialmente productos de doble uso”, detallan desde YXE.
De igual forma, dado que los anchos de vía y los estándares técnicos de los países a lo largo de la línea son diferentes, se requieren cambios ferroviarios en los puntos fronterizos, lo que aumenta el tiempo y el costo del transporte en tren. “Existen diferencias en el grado de automatización aduanera y eficiencia del personal en diferentes países. Y también la eficiencia del despacho de aduanas afecta directamente al funcionamiento de los trenes”.
En términos de organización de la cadena de suministro, también se señala que es difícil organizar los retornos y equilibrar los tráficos en ambos sentidos para asegurar la rentabilidad. “Es necesario expandir activamente los mercados extranjeros y explorar nuevas fuentes de suministro para lograr la circulación bidireccional de bienes”, subraya YXE.
Desde el operador se subraya como una de las grandes fortalezas del servicio que Yiwu tiene el mercado de productos básicos más grande del mundo, cuya variedad cubre muchos campos, desde artículos de primera necesidad hasta industriales. “Hay más de un millón de entidades comerciales en el mercado y abundantes fuentes de bienes”, dicen desde YXE, lo que atrae a comerciantes y consumidores de todo el mundo y garantiza un “entorno empresarial diversificado, promoviendo el intercambio y la integración” y garantizando demanda para el servicio ferroviario.
