MADRID. Es la segunda vez que la CNMC revisa este futuro sistema de ayudas —realizó un informe en 2022 sobre un borrador previo—, debido a las nuevas modificaciones que ha llevado a cabo el Ministerio de Transportes en las bases reguladoras. El objetivo de esta norma es compensar a los operadores ferroviarios de mercancías por los altos costes que les ocasionan las obras en la vía. A cambio, deben mantener el transporte por ferrocarril en lugar de realizarlo por carretera, que es más contaminante.
La CNMC considera justificada la existencia de las ayudas que fomenten el uso del ferrocarril para el transporte de mercancías, ya que reducen las externalidades negativas generadas por el transporte por carretera (mayor contaminación, congestión de carreteras o accidentes de tráfico).
Ahora bien, se recuerda que tanto el administrador de infraestructura ferroviaria como los operadores ferroviarios no deben ver reducidos sus incentivos para planificar y gestionar, de la forma más eficiente, las perturbaciones del tráfico ferroviario que se puedan producir.