A raíz de una solicitud de intervención planteada ante la CNMC por la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas, Competencia ha concluido que la política de contratación de maquinistas de Renfe entre 2015 y 2016 afectó a sus competidores de mercancías, al agotar la bolsa de maquinistas formados, hasta el punto de que Renfe captó un número elevado de maquinistas de sus empresas rivales, que vieron mermada su capacidad de competir.De acuerdo con las conclusiones a las que ha llegado la CNMC, las convocatorias de Renfe atraen a los maquinistas de sus competidores porque estos no pueden igualar las ventajas de contratación del operador público.Las condiciones económicas y laborales que Renfe ofrece a sus maquinistas son sensiblemente mejores a las ofrecidas por las empresas ferroviarias.Además, las convocatorias de Renfe generan un importante “efecto llamada” dado que el personal de las empresas privadas busca su incorporación a una empresa pública.Por otro lado, la actividad de transporte de viajeros no se encuentra liberalizada por lo que las empresas alternativas no pueden ofrecer a sus maquinistas su traspaso a esta actividad, que conlleva mejoras laborales al personal de conducción, mientras que el ingreso en Renfe permite acceder a ese ámbito de viajeros y a sus mejores condiciones.Condiciones irreplicablesEn definitiva, según la CNMC, “Renfe, gracias a su condición de empresa pública y la posibilidad con que cuenta de operar en exclusiva en el mercado nacional de transporte de viajeros, puede ofrecer unas condiciones laborales a sus maquinistas irreplicables para las empresas privadas”, de ahí la capacidad de atracción. En este contexto, la CNMC ha constatado que, en el año 2012, Renfe paralizó los cursos de formación de maquinistas, que son un requisito imprescindible para poder ejercer esta profesión. Las convocatorias se reanudaron en 2016, pero Renfe ya en 2015 contrató a nuevos maquinistas y produjo un efecto llamada para los conductores de las empresas rivales.Esta política de contratación supuso que los competidores de Renfe no pudieron suplir esas bajas y sufrieron importantes pérdidas de personal en sus plantillas. De esta forma, la capacidad de ofrecer a los clientes servicios de mercancías alternativos a los de Renfe también se vio seriamente afectada. La propia CNMC atribuye a este hecho los discretos resultados de los operadores alternativos en 2016 y en el arranque de 2017.Es por ello que en su resolución la CNMC ha decidido imponer una serie de medidas a Renfe para que haya una pluralidad de oferta en el ámbito de los maquinistas.Competencia considera que incluso consiguiéndose -fruto de los cursos de formación- una bolsa de maquinistas con efectivos suficientes, las convocatorias del operador histórico cuentan con un elevado “efecto llamada”, afectando a una parte sustancial de la plantilla de personal de conducción de las empresas alternativas.Si se tiene en cuenta que un maquinista formado deberá ser, en todo caso, certificado por la empresa que lo contrate, para lo que requerirá en torno a tres meses, las empresas alternativas que pierdan una parte sustancial de sus maquinistas ven seriamente distorsionada su actividad al menos durante ese periodo.Por este motivo, la CNMC impone como necesario que “Renfe preste transitoriamente durante 3 meses, a contar desde la contratación del primer maquinista de la empresa afectada, un servicio mayorista de tracción -de forma no discriminatoria y a precios orientados a sus costes directos de prestación- a las empresas que hayan sufrido bajas de más del 20% de su plantilla como consecuencia de una convocatoria del operador histórico”.Este porcentaje, según Competencia, se calculará como el número de maquinistas de una misma empresa que Renfe contrate en el marco de una misma convocatoria entre el número de maquinistas totales de dicha empresa en el momento que se produce la baja.Según la CNMC, Renfe deberá colaborar con las empresas ferroviarias y pondrá los medios suficientes al objeto de garantizar que el servicio de tracción esté operativo en el momento de incorporación a Renfe del personal de conducción de las empresas alternativas.Finalmente, Renfe deberá poder acreditar ante la CNMC, que los precios ofrecidos de esta tracción se ajustan a los costes directos de prestación de la misma.