En particular, señala Ferrmed, “hay que felicitarse por el hecho de que, además de las acciones que se puedan recoger en los correspondientes presupuestos anuales, se propone un ambicioso Recovery Plan controlado por el Parlamento Europeo”.
La posición de Ferrmed al respecto es que este Plan esté gestionado directamente por la Comisión y se aplique estrictamente con criterios socioeconómicos y medioambientales, de conformidad con las directivas del European Green Deal.
Dentro de este Recovery Plan, añade la asociación, las infraestructuras del transporte “deben ocupar una parte significativa, a causa de su impacto en la economia y el medioambiente”.
La asociación está trabajando en el llamado Ferrmed Study of Traffic and Modal Shift Optimisation in the EU, cuyas conclusiones pueden ser una herramienta fundamental para lograr el mejor ratio inversiones–resultados, en las acciones a llevar a cabo en la cadena logística global. “Desgraciadamente hasta ahora -señala Ferrmed- este ratio favorable no se ha cumplido en gran parte de las acciones llevadas a cabo por los Estados Miembro”.
En este sentido, ha añadido la asociación, “hay que acabar de una vez con las inversiones de carácter político o suntuario y disponer de un Plan de inversiones debidamente estructurado, de acuerdo con los criterios de prioridad de carácter socioeconómico y medioambiental aprobado, de antemano, por la Comisión y el Parlamento Europeos”.
Estas iniciativas, detalla Ferrmed, “deben estar en consonancia con los objetivos del Libro Blanco del Transporte de la Comisión. Hay que actuar donde realmente están los tráficos y no donde el impacto socioeconómico y, particularmente, medioambiental son escasos o incluso nulos”.
La primera fase del Estudio, con determinación de las zonas del conjunto del “EU Core Network”, donde hay que actuar preeminentemente, estará acabada a finales de este año y el Estudio completo, con especificación de las acciones a llevar a cabo en la red ferroviaria y en las vías navegables, junto con la evaluación del impacto favorable económico y medioambiental, lo estará a finales de 2021.
Los resultados provisionales ya disponibles de la primera fase del Estudio para algunos países, permiten determinar claramente en qué tramos de la red ferroviaria hay que invertir, si se pretende que para el 2030 el ferrocarril y la barcaza canalicen el 30% del tráfico terrestre para distancias superiores a los 300 km. Hay que tener en cuenta que en los países del sur de Europa el tráfico ferroviario de mercancías es más bien escaso. En el caso de España, en muchos de los tramos el ferrocarril, hoy en día, no llega ni al 3% del tráfico total (carretera más ferrocarril).
Siguiendo con el ejemplo de España, advierte Ferrmed, “queda claro que las inversiones que se están llevando a cabo en el Corredor Mediterráneo son insuficientes y si no se actúa rápidamente reconvirtiendo los planes previstos en las zonas de mayor saturación (alrededores de Barcelona y de Valencia), el colapso después de la implantación del ancho internacional en las líneas actuales, está garantizado en un lapso de dos a cuatro años”.
En las actuaciones que propondrá el Estudio de Ferrmed para toda Europa, se incluyen las acciones a corto plazo (2023), medio plazo (2025) y largo plazo (2030). Continuando con el caso de España, dentro de las acciones de corto plazo, se deben incluir las conexiones a las terminales intermodales y puertos al ancho internacional.