En este 2024 se van a cumplir diez años desde la inauguración oficial de la ruta ferroviaria de mercancías Yiwu-Madrid, que pusiera en marcha el corredor ferroviario considerada como el más largo del mundo.
madrid. Lejos quedan ya aquellas primeras fotos de la ministra de Fomento Ana Pastor con la alcaldesa de Madrid Ana Botella y las distintas autoridades chinas. Y lejos quedan igualmente los ambiciosos objetivos que se fijaron en aquel momento para un servicio que a lo largo de estos años ha demostrado importantes certezas y también aquellos factores que más limitan su desarrollo.
Entre las certezas en estos años está la demostración palpable, regular y continuada de que se trata de un servicio competitivo, con un claro nicho de mercado y oportunidad de desarrollo.
Las incertidumbre siguen siendo que es un corredor que compite con modos presididos por unas enormes inercias de mercado y con tantas variables de costes y posibilidades de redefinición que completar las rutas completas no es tan habitual como la lógica plantea. Sobre todo en un contexto de agitación permanente de la cadena logística donde factores como la pandemia, las incertidumbres políticas y bélicas, la evolución de los fletes o crisis como las del “Ever Given” o el mar Rojo someten al ferrocarril frente al barco y al tren a una montaña rusa competitiva donde se producen grandes ventajas en unas épocas que luego se diluyen en otras, haciendo difícil apuestas estables a largo plazo.
Si a esto unimos que la pata española sufre desde hace décadas su particular crisis permanente ferroviaria, entenderemos la idiosincrasia en la evolución de la conexión ferroviaria China- España.
Y aún así, las apuestas de nuevos servicios ferroviarios entre ambos confines del mundo no dejan de plantearse y redefinirse.
Shanxi-Barcelona
Sin ir más lejos, el primer tren del nuevo Ferrocarril Expreso China-Europa partió de Taiyuan, Shanxi, el pasado 22 de marzo para cubrir 12.000 kilómetros y llegar a su destino final, el Puerto de Barcelona, 35 días después.
La carga transportada incluía piezas de función, muebles, productos enlatados, repuestos para automóviles, artículos de primera necesidad y demás.
Desde su inauguración en 2017, el Ferrocarril Expreso China-Europa desde Shanxi ha operado regularmente 16 rutas, llegando a más de 40 ciudades en 15 países, con un total de 782 trenes en funcionamiento.
La ruta estrenada en abril supone conectar con Españaa través de Barcelona y reafirma la apuesta por la conectividad ferroviaria con China.
“Este tren refuerza el compromiso que han asumido los chinos al elegir Barcelona, no sólo como puerta de entrada a Europa sino también como centro de distribución en el Mediterráneo”, dijo Carla Salvado, subdirectora general comercial y de marketing del Puerto de Barcelona.
El operador ferroviario TPNova emprendió la gestión del nuevo servicio de mercancías por cuenta del grupo empresarial chino Huayuan, que presta servicios logísticos desde su base en Shanxi.
Este servicio, que busca su consolidación, salió de Shanxi con 50 contenedores, de los cuales aproximadamente la mitad fueron descargados en Alemania, y los restantes llegaron al puerto de Barcelona para su distribución en el resto de España.