Por líneas, la línea Barcelona-Vallès ha superado los 64 millones de viajes, un 3,3% más que el año pasado. En la línea Llobregat–Anoia también se confirma la tendencia de crecimiento, con un incremento respecto a 2017 también del 3,3%, con 23 millones de validaciones. En cuanto a la línea Lleida–La Pobla, cierra el año 2018 con 220.700 viajes, con un incremento del 6,8%.
Desde el operador ferroviario recuerdan que “consolida sus resultados y revalida, un año más, su apuesta por ofrecer una movilidad eficiente, puntual y fiable, con el firme compromiso por la lucha contra el cambio climático y por la mejora de la calidad del aire”. Además, “a estos resultados hay que añadir la motivación, como empresa proveedora de movilidad, de ofrecer un servicio basado en la excelencia, con la voluntad de una mejora continua, y la vocación de dar al cliente una experiencia de viaje el máximo de satisfactoria posible”, señalan. El Índice de Control de Calidad (ICQ) que mide objetivamente el servicio realizado y cuantifica la desviación a partir de incidencias y viajeros afectados respecto el servicio teórico, también ha aumentado.