En el marco de la jornada “Presente y futuro del transporte de mercancías por ferrocarril”, el presidente de Propeller Madrid moderó ayer la mesa redonda compuesta por Mario Buñuel (Continental Rail), Ignacio Ballester (Medlog), Idoia Galindo (Transfesa) y David Reposo (Marcotran).
Mario Buñuel manifestó que los diferentes movimientos que se vienen produciendo encaminados a la protección del medio ambiente y a la descarbonización repercuten directamente en el sector ferroviario. “Hay un impulso decidido por parte de la Unión Europea, los gobiernos y las administraciones públicas para el fomento e incremento del ferrocarril en Europa. Sin embargo, España nunca habían tenido anteriormente ayudas económicamente directas para el ferrocarril de mercancías”. Por esta razón, “son importantes los nuevos planes de inversión por parte de Transportes y Adif ”.
Según el director general de Continental Rail, “el futuro pasa por una logística integral”. Y para ello, señaló algunos desafíos que acarrea el sector actualmente, como la necesidad de mejora en sus infraestructuras, la pérdida de volumen, tráfico y clientes o la necesidad de compensación por parte del futuro Sistema de Ayudas por Perturbaciones Extraordinarias de Tráfico (SAPET) en los próximos años.
Del mismo modo, también apuntó algunos objetivos, como incrementar el volumen en el transporte de mercancías conforme a la sostenibilidad, dotar al sector de respuestas a sus necesidades para que resulte atractivo, asumir la compatibilidad entre la carretera y el ferrocarril, explotar las autopistas ferroviarias y desarrollar una Agencia Europea/Estatal de Transporte Terrestre, con el fin de tener una entidad dedicada a la regulación y coordinación.
Ignacio Ballester, director de Medlog Spain Logistic afirmó que, en su opinión “no se trata de pensar si el tren debe o no debe estar, sino cuándo es útil”.
Ballester quiso trasladar a la mesa que hay que poner en valor el papel de los cargadores, aumentar el número de revisiones por razones de seguridad y convertir el tren en “un servicio fiable, eficiente y sostenible. La clave está en la confianza del usuario. El usuario tiene que confiar y entender el servicio ferroviario. Incidencias van a haber, pero las formas de solventarlas deben de ser las correctas”, considera el director de Medlog.
“La visión del usuario es la que tiene que predominar, tanto en la parte naviera, como operador logístico, como en trenes... Hay que tener la seguridad de que un operador nos dará la solución y la información que se necesita”, explicó Ballester.
Por su parte, la CEO de Transfesa, Idoia Galindo afirmó que “tenemos poco tiempo para conseguir los objetivos marcados por la Unión Europea”.
Galindo se encargó de mostrar las cifras actuales de Transfesa: más de 1.200 empleados, más de un millón de coches transportados al año, 66 centros de trabajo en cuatro países, 3.350 vagones en propiedad, la gestión de ocho terminales ferroviarias y una capacidad de 195.000 UTIs anuales.
Con todo ello, trasladó su preocupación por el objetivo de cuota que tiene el ferrocarril de llegar al 10%. “En tiempo vamos tarde, pero en 2030 las energías renovables deben alcanzar mínimo el 14% en el sector transporte, aumentará el precio del combustible fósil y se eliminarán gradualmente las exenciones a combustibles fósiles”, en la línea de la transición a una movilidad limpia.
Para concluir, David Raposo, director general de Marcotran, afirmó que “os aseguro que la carretera no ve al ferrocarril como un enemigo”. Raposo orientó sus palabras a que el futuro pasa por la intermodalidad con el ferrocarril. “Las navieras han dado un paso histórico, entendieron un modelo claro para su desarrollo a través de la intermodalidad con el ferrocarril. Nosotros tenemos que hacer lo mismo”. Y, además, añadió que “para que el resultado sea eficiente hay que minimizar los puntos de conflicto”, pues, según David Raposo, “lo que importa es que los contenedores lleguen a casa del cliente lo antes posible, minimizando paradas y esperas”.
Igualmente, mencionó los problemas actuales pero que “se pueden solventar”. Raposo destacó la falta de chóferes, las huelgas apelando a la jubilación de los conductores a los 55 años, la dicotomía entre duotráiler sí o no, la falta de camiones o las exigencias para reducir la huella de carbono. “Tenemos una oportunidad de oro para alinearnos y ejecutar proyectos que van más allá de nuestras propias compañías”, dijo.