Las obras para adaptar la línea convencional entre Guadalajara y Zaragoza a los servicios de autopista ferroviaria obligan a desviar hasta 40 trenes de mercancías a la semana de la relación Barcelona-Madrid por la línea Valencia-Alcázar de San Juan, por la que circulan los trenes de la línea C-2 de Cercanías.
MADRID. Las obras para adaptar la línea convencional entre Guadalajara y Zaragoza a los servicios de autopista ferroviaria obligan a desviar hasta 40 trenes de mercancías a la semana de la relación Barcelona-Madrid por la línea Valencia-Alcázar de San Juan, por la que circulan los trenes de la línea C-2 de Cercanías. Cabe recordar que por esta línea también van los trenes de la autopista ferroviaria Valencia-Madrid.
La línea opera en vía única desde L’Alcúdia de Crespins por las obras del Corredor Mediterráneo por lo que, ante el incremento de las circulaciones en un tramo con mucha demanda y capacidad limitada, Adif se ha visto obligada a suspender los servicios de cercanías en las paradas de L’Alcúdia de Crespins, Montesa, Vallada y Moixent entre el 7 de abril y el mes de diciembre.
Así, se evita la saturación del tramo y se garantiza la correcta operativa de la línea y la prestación del servicio de pasajeros, que deberán realizar una parte pequeña del trayecto de la C-2 por carretera.
Renfe ha programado 38 servicios de autobús al día con una oferta de 2.280 plazas diarias para garantizar la movilidad entre las estaciones de L’Alcúdia de Crespins y Moixent durante la suspensión del servicio de Cercanías de la C-2.
Los transbordos a los autobuses en L’Alcúdia de Crespins están planificados con 10 minutos de margen entre la llegada y salida de los trenes, para realizar con facilidad el paso del tren a autobús y viceversa.
El servicio de autobús entre ambas localidades será accesible y se realizará con paradas intermedias en Montesa y Vallada. Los autobuses dispondrán de las medidas de accesibilidad según la normativa vigente para vehículos de transporte público, por lo que dispondrán de plazas para personas con movilidad reducida.
Autopista ferroviaria Madrid-Zaragoza
Adif ya ha iniciado los trabajos para la adecuación del trayecto Madrid-Zaragoza a los servicios de Autopista Ferroviaria (AF), en las que se invierten 265 millones de euros para la adaptación de estructuras, la mejora de los sistemas de gestión del tráfico ferroviario y la ampliación de vías de apartado.
La actuación contempla la ampliación del gálibo de 26 túneles y 40 pasos superiores situados en los tramos Santa María de Huerta-Zaragoza y San Fernando de Henares-Santa María de Huerta, mediante diversas operaciones en la infraestructura, como la ampliación de sección de los túneles y rebajes de plataforma. Además, se renovarán las vías (traviesas, carril y balasto) y se actuará en drenajes y electrificación.
Esta actuación, que se desarrolla en las provincias de Madrid, Guadalajara, Soria y Zaragoza, incluye además la implantación del Bloqueo Automático Banalizado (BAB) entre Guadalajara y Calatayud. Este sistema permitirá la circulación de los trenes en ambos sentidos de las dos vías, mejorando la fiabilidad de las instalaciones, incrementando su capacidad y flexibilizando las circulaciones ferroviarias.
Asimismo, se trabaja en la ampliación de vías hasta los 750 m en diversas estaciones del trayecto Madrid-Zaragoza: Humanes de Mohernando, Jadraque y Sigüenza, en Guadalajara; Arcos de Jalón, en Soria; y en Grisén, Paracuellos-Sabiñán, Morés y Épila (Zaragoza).
Estas obras, que forman parte de los trabajos para la puesta en marcha de la Autopista Ferroviaria Algeciras-Zaragoza, con una inversión global de más de 500 millones de euros, son determinantes para impulsar el incremento de la cuota del transporte ferroviario de mercancías y reforzará la intermodalidad y ahondar en una movilidad sostenible y segura.