El transporte de mercancías por ferrocarril se presenta como uno de los modos de transporte capaz de conseguir la reducción de la huella de carbono del sector en general y, para ello, la sinergia con los puertos se convierte en uno de los pilares de esta estrategia.
barcelona. Tras un 2021 protagonizado por el “Año Europeo del Ferrocarril”, el sector sigue su labor para incrementar la cuota ferroviaria en España, donde la colaboración y cooperación con los puertos del país, como los de Barcelona y Tarragona, resulta una pieza clave para la intermodalidad.
Concretamente en Catalunya, tal como explica en declaraciones a Diario de Puerto Joaquín del Moral, director general de Renfe Mercancías, la comunidad autónoma representa una tercera parte del volumen de negocio de Renfe Mercancías y, en esta línea, “tenemos el objetivo de incrementar la facturación en Catalunya en el horizonte 2030”.
“Los complejos portuarios de Barcelona y Tarragona son motores de crecimiento para nuestro negocio”
Este incremento, subraya del Moral, se realizará gracias, en parte, al desarrollo del Corredor Mediterráneo y de los puertos de Barcelona y Tarragona, donde el operador está presente desde hace años. De hecho, para el Corredor Mediterráneo, “sacaremos la licitación de unas inversiones muy considerables en locomotoras de ancho UIC para que puedan circular por vías con tensiones eléctricas diferentes”, destaca.
Además de este tipo de proyectos, desde Renfe Mercancías “queremos también incrementar nuestra relación con los complejos portuarios de Barcelona y Tarragona, que son motores de crecimiento para nuestro negocio”, asegura del Moral.
Principal reto: reducir emisiones
Por otra parte, el director de Renfe Mercancías recuerda que la industria del transporte es “responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea”. Ante este panorama, prosigue, “el ferrocarril es el único modo que puede conseguir un crecimiento económico al mismo tiempo que reduce sus niveles de emisiones contaminantes”.
Una de las formas para alcanzar esta reducción es subir camiones al ferrocarril. Según explica Joaquín del Moral, cuatro de cada cinco de los trenes de Renfe Mercancías “no emitieron CO2 a la atmósfera gracias a la tracción eléctrica y a la energía consumida, proveniente 100% de fuentes certificadas renovables”.
“El ferrocarril es el único que puede conseguir un crecimiento económico al tiempo que reduce sus niveles de emisiones”
Uno de los retos del operador es afrontar el encarecimiento del gasto energético, además del trabajo en recuperar los tráficos perdidos, resultado de la pandemia de la COVID-19. Para ello, “hemos incrementado la actividad de la compañía a través de nuevos proyectos comerciales y estamos trabajando en nuevos proyectos de más valor añadido”.
Con todos estos retos, Renfe Mercancías aspira a crecer en volumen, potenciando su productividad y competitividad. “Queremos adoptar un compromiso más fuerte con los clientes mediante la fiabilidad y la estabilidad en nuestra relación con ellos”, subraya del Moral, por lo que “trabajamos para ser más eficientes y productivos, optimizando nuestros recursos y redimensionando la compañía en función de la actividad existente y prevista”.
Para ello, Renfe Mercancías sigue una línea estratégica enfocada en la compra y adaptación de material rodante adecuado a sus clientes y a las nuevas infraestructuras, como el Corredor Mediterráneo.
EL DATO
291
millones de euros. Durante el año 2021, “Renfe Mercancías consiguió ahorrar a la sociedad 291 millones de euros en costes externos al evitar la circulación de 2,4 millones de camiones”, afirma Joaquín del Moral, director general de Renfe Mercancías.
De este modo, según señala Joaquín del Moral, “es fundamental alcanzar la sostenibilidad y viabilidad económica del negocio y trabajamos en esta línea mediante todas estas medidas”, además de los beneficios que estas inversiones aportan a la sociedad en términos de reducción de costes externos.
