Así lo avanzó el presidente de VIIA, Thierry Le Guilloux, el pasado martes, en el acto de inauguración de la primera autopista ferroviaria que opera en España, que enlaza Barcelona con Bettembourg, en Luxemburgo, con cinco trenes semanales en cada sentido, que se ampliarán a seis a partir de abril. Le Guilloux, acompañado por el sales manager de VIIA en España, Miguel de Sanjuan, avanzó algunos de los planes de expansión que la compañía tiene para los próximos años en la península Ibérica.
“Esperamos encontrar soluciones para desarrollar desde Barcelona enlaces con otros puntos de España”, precisó Thierry Le Guilloux. Y añadió que, en el caso de Barcelona, la idea es también ampliar las conexiones de forma sustancial. “En un plazo de cinco o seis años, queremos tener otras ocho rotaciones diarias entre el norte de Europa y Catalunya, sumadas a las 6 semanales que ponemos en marcha ahora”, explicó el presidente de VIIA.
La compañía, que el año pasado movió un total de 3,2 millones de toneladas por kilómetro –”el 10% de todo el transporte ferroviario de mercancías de Francia”, apuntó Le Guilloux– tiene muy claro que “la situación del ferrocarril de mercancías en Europa es complicada”, pese a las “impresionantes inversiones que se han realizado en los últimos años” en países como España. Pero también es evidente que “el transporte combinado se está desarrollando bien, y en particular los semiremolques acompañados –las autopistas ferroviarias–.
Carga de un semirremolque en Can Tunis en el tren que cubre la autopista ferroviaria entre Barcelona y Bettembourg. Foto E. García. Uno de los principales motivos para que esto último ocurra es que las autopistas ferroviarias permiten a las empresas de transporte por carretera combinar las ventajas de ambos modos, tren y camión, “creando un transporte eficiente y competitivo”.
Flexibilidad
Desde VIIA señalan que gracias a las conexiones diarias y frecuentes, que incluyen fines de semana y festivos en los que los camiones están sujetos a prohibiciones de circulación, la compañía ofrece a los transportistas una solución flexible y competitiva. “La rapidez de las operaciones de carga y descarga, así́ como la posibilidad de reservar por Internet hasta una hora antes de la partida del tren, refuerzan esta flexibilidad y les otorgan una ventaja frente a la competencia”.
A ello hay que sumar los beneficios medioambientales que aporta el ferrocarril. Respecto a este último punto, el presidente de VIIA aseguró que cada semiremolque que se va a subir a la nueva autopista ferroviaria abierta por el operador entre Barcelona y Bettembourg ahorrará 1,2 toneladas de CO2 respecto a aquellos camiones que realizan este recorrido únicamente por carretera. Según datos del operador ferroviario, creado en el año 2012 por SNCF Logistics, en el último año VIIA transportó un total de 106.641 UTIs en todas sus autopistas ferroviarias y permitió el ahorro de alrededor de 80.000 toneladas de CO2.
En la ceremonia de inauguración de la autopista ferroviaria de VIIA entre Barcelona y Luxemburgo participó un numeroso grupo de profesionales relacionados con la logística, así como representantes de distintas administraciones públicas.
Entre ellos, destacó la presencia del secretario general de Infraestructuras del ministerio de Fomento, José Javier Izquierdo; del director general de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat de Catalunya, Xavier Flores; de la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Montserrat García; del director general de Renfe Mercancías, Abelardo Carrillo; de la presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa; del presidente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), Ricard Font; del director general de Negocio y Operaciones Comerciales de Adif, Pablo Hernández Coronado; y del propietario del Grupo Alonso, Jorge Alonso, compañía que gestiona en la actualidad la terminal intermodal barcelonesa de Can Tunis, donde opera la autopista ferroviaria.