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Yantian vuelve a situar a la cadena logística global ante el espejo de su propia fragilidad

Nos hemos acostumbrado a considerar la cadena de suministro global como un todo que funciona como un reloj suizo, perfectamente ajustado y en el que cada proceso que termina comienza con otro, totalmente sincronizados entre ellos. Sin embargo, la falta de coordinación entre los diferentes procesos que la componen y la desconexión entre ellos es más habitual de lo deseable.

  • Última actualización
    13 septiembre 2021 12:42

JAIME PINEDO | Bilbao | 2 julio 2021 - Actualizado a las 05:20hYantian Cadena de suministro Contenedores GLOBAL China

El Puerto de Yantian, donde opera Yantian International Container Terminal, fue afectado por un brote de COVID.

El Puerto de Yantian, donde opera Yantian International Container Terminal, fue afectado por un brote de COVID.

En un mundo globalizado como el actual, la cadena de suministro no siempre es un proceso perfectamente ajustado y sincronizado como un reloj, por mucho que sus componentes sean de la máxima calidad y el relojero el mayor experto en el oficio. La cadena de suministro global está expuesta a múltiples imponderables, algunos con gran poder disruptivo, como ya se comprobó hace unos meses con el incidente del “Ever Given” en el Canal de Suez.

Apenas disipadas las consecuencias que provocó el cierre durante una semana de la principal arteria navegable que conecta Asia y Europa, la resiliencia de la industria del transporte marítimo, y en concreto del contenedor, para responder a las amenazas sobre la tensión de la cadena de suministro, está siendo nuevamente puesta a prueba en China. El caso del Puerto de Yantian, que forma parte del complejo portuario de Shenzhen, es un nuevo ejemplo de cómo los fenómenos inesperados pueden afectar al normal desarrollo de la actividad logística, llegando incluso a provocar un colapso local cuyos efectos trascienden esos límites.

Un brote de COVID

Las terminales de Yantian, las principales del que se considera el tercer mayor complejo portuario para contenedores de todo el mundo, el de Shenzhen, vieron afectada su actividad a finales de mayo cuando las autoridades chinas detectaron un brote de COVID y decidieron implantar cuarentenas y controles que han hecho que sus muelles hayan operado a menos del 30% de su capacidad. Ahora, ese porcentaje puede situarse, según fuentes consultadas por Grupo Raminatrans, entre un 50% y un 60%.

El nuevo brote de COVID en la región de Shenzhen, con especial incidencia en los estibadores de Yantian International Container Terminal, ha provocado reajustes en casi todas las salidas, generando un atasco que ha vuelto a tener un impacto directo en los fletes marítimos, que se han multiplicado por más de cuatro desde febrero del año pasado, según refleja el Índice de Contenedores de Carga de Shanghai (SCFI), que se toma como referencia en el sector.

Subida de los fletes

“No parece que esta situación tenga fácil solución a corto plazo, por lo que el verano se presenta, cuanto menos, duro”, asegura Grupo Raminatrans, que da por hecho que el alza en las tarifas de los fletes continuará durante los próximos meses, “ya que la demanda sigue siendo alta y los atascos en la cadena de suministro aún no se han resuelto”. “Además -añade la transitaria-, la temporada alta del transporte de contenedores está por llegar y los fletes seguirán al alza, si bien todo apunta a que los niveles récord que estamos viviendo en la actualidad serán difíciles de mantener y podría vivirse una situación muy similar a la que ocurrió justo antes del atasco en el Canal de Suez, cuando los precios comenzaron a moderarse lentamente, tratando de recuperar posiciones perdidas meses antes”.

“No parece que esta situación tenga fácil solución a corto plazo, por lo que el verano se presenta, cuanto menos, duro”, asegura Grupo Raminatrans

Acumulación de carga

La acumulación de buques que esperan escalar en Yantian ha desaparecido desde que las terminales volvieron a funcionar completamente la pasada semana tras ser controlado el brote de COVID entre los trabajadores portuarios que redujo significativamente las operaciones.

Pero los cargadores no deben esperar una inmediata restauración de las cadenas de suministro, ya que, si bien las autoridades chinas creen que en dos semanas podría eliminarse el excedente de contenedores en los muelles, la acumulación de mercancías en fábricas y almacenes en otras partes de la región de Shenzhen tardará al menos un mes en solucionarse. La acumulación está afectado a la producción en las fábricas, que no tienen espacio para almacenar unos productos que no pueden expedir a tiempo.

Por su parte, la reapertura de Yantian también está reduciendo los tiempos de espera en los puertos vecinos de Shekou y Nansha, que habían estado absorbiendo gran parte del atasco de buques durante el último mes. La desaceleración de la productividad en un puerto de la importancia de Yantian para la exportación de mercancías de China al resto del mundo, ha tenido, por tanto, un fuerte impacto en la cadena logística global.