Este próximo jueves ce celebra el Día del Trabajo o Día Internacional de los Trabajadores. Como bien conocen es una jornada básicamente reivindicativa en la que las organizaciones sindicales acaparan gran parte del protagonismo con sus reivindicaciones y manifestaciones.El colectivo de la estiba, lógicamente, no es ajeno a esta conmemoración; sin embargo, tampoco se puede decir que sea para ellos una fecha especialmente señalada en el calendario en la que se lanzan a la calle con la autoasistencia y el IV Acuerdo Marco por bandera, lo suyo, como bien dicen ellos, es una lucha en el día a día.Mucho hemos hablado de la unidad de los portuarios y su capacidad para hacer piña a la hora de afrontar sus retos. Esta unión es precisamente la que les da la fuerza y los convierte en un colectivo poderoso y temible cuando se empeña en cualquier fin.Una nueva muestra inequívoca de esta capacidad tan singular y valorada es la convocatoria del IV Encuentro de Estibadores, una iniciativa de los portuarios de Valencia que en sólo tres ediciones se ha convertido en un referente para todo el colectivo.El próximo jueves se van a dar cita en las inmediaciones de las instalaciones de la Sociedad de Estiba de Valencia cerca de 3.500 personas para disfrutar, sencillamente, de un gran día de fiesta. Los portuarios y sus familias acuden a la cita mayoritariamente con el único pretexto de compartir un poco de tiempo. En este día no hay colores, ni grupos, ni escalas, ni sindicatos... sólo hay un colectivo dispuesto a pasarlo bien. Por unas horas se aparcan las tensiones de la riba para trabajar en eso de la unidad que ellos dominan como nadie. Esta fiesta, conocida también por los propios estibadores como el día del buen rollo, se ha convertido en el paradigma del sector de la estiba en España.Vale la pena, se lo puedo asegurar, pasar por allí unas horas el 1 de mayo. Aunque la fiesta está concebida como una expresión máxima de libertad, en la que cada uno hace lo que quiere y aporta lo que puede, hay detalles que no se dejan al azar por lo que son numerosas las diferentes actividades que se organizan para que todos, mayores y pequeños, puedan aprovechar al máximo la fiesta.Ya ven, les puedo asegurar que no es nada fácil lanzar una convocatoria que sea seguida masivamente por más de 3.000 personas, y que además sea un éxito. Seguramente el secreto está en el mismo espíritu de la fiesta que nació sin más pretensión que la de conocerse todos un poco más, sin banderas ni artificios, apelando a los valores más genuinos de las personas.Deseamos sinceramente que la fiesta vuelva a ser un éxito (no tenemos ninguna duda), como también deseamos que ese buen rollo que engalana la jornada, sea carta de presentación del colectivo a lo largo de todo el año, en la lucha del día a día.