Pese al manto de silencio que patronal y sindicatos de estiba intentan estos días extender tras el shock del informe de Competencia, resulta atronadora la perplejidad que a este Suricata le causa el que no algunos, sino muchos estuvieran pensando que la CNMC pudiera llegar a emitir otra cosa distinta a la que ha emitido.
Eran obvios los atajillos en el V Acuerdo para mantener a la desesperada parcelas del status quo y, en cualquier caso, ¿no querían que la Comisión hablara claro? Pues meridiano.
Lo que también se escucha estos días de manera recurrente son las quejas por el, se dice, inoportuno momento elegido para dar a conocer el informe, como si las malas noticias en función del tiempo en el que se anuncian pudieran tornarse en buenas. Brotan además las teorías conspiranoicas acerca de que esto se anuncia ahora porque se sabe que la pandemia tiene atado de pies y manos al sindicato y a sus huelgas.
En fin, no gastemos fuerzas. No es Competencia quien ha hablado a destiempo. Lo que verdaderamente está pasado de vueltas y fuera de su tiempo es el propio convenio, con todos sus principios contrarios a la ley caducados desde enero. Podemos seguir esperando milagros y que lo blanco se torne en negro, pero mientras tanto habrá de una vez que coger el toro por los cuernos.
