Las relaciones comerciales se verán afectadas por el Covid-19 también a largo plazo
Carles Rúa, responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación del Puerto de Barcelona, reflexiona sobre el impacto que está teniendo y tendrá el Covid-19 en el transporte internacional, en una jornada organizada por la Universitat Politècnica de Catalunya.
- 29 junio 2020 20:08
- Última actualización
29 junio 2020 20:14
"Nos enfrentamos a una situación que es un evento disruptivo que ha sucedido de forma muy rápida y con un impacto global. A nivel de comercio internacional es el mayor impacto con el que nos podemos encontrar desde la II Guerra Mundial, con efectos a corto y largo plazo que, probablemente, afectará a las relaciones comerciales y tendrá efectos en las grandes tendencias que se estaban gestando", ha asegurado Carles Rúa durante su ponencia.
De este modo, el responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación del Puerto de Barcelona ha mencionado las estimaciones del Banco Mundial respecto al coronavirus, en las cuales "prácticamente todos los países del mundo van a entrar en recesión", de hecho, ha añadido, se trata de la crisis "más profunda en términos económicos de la historia reciente de la humanidad con un impacto más amplio que el del Crack del 29 y el de la II Guerra Mundial".
Respecto a la recuperación, y según datos de la OCDE, "si no hay rebrotes, necesitaremos un par de años para recuperar las cifras de tráfico anteriores a la pandemia". Sin embargo, "si se producen rebrotes, necesitaremos hasta cuatro años", ha apuntado.
Crisis sanitaria, económica y geoestratégica
Ante este escenario, Carles Rúa ha explicado su visión sobre tres crisis diferentes y sucesiva, "cada una, desde el punto de vista de tráfico y transporte internacional, con mayor impacto que la anterior".
La crisis sanitaria "es la que hemos visto todos", por la que "nos hemos parado para evitar la expansión del virus", lo que ha tenido "un impacto directo en los negocios".
Por otra parte, Rúa ha destacado la crisis económica, "que durará años". Con la paralización de la industria se ha producido un descenso de la economía en la que todo el entorno productivo se ha visto afectado. "Los estados e instituciones intentan poner herramientas para poder volver a la normalidad, no solo en el ámbito sanitario, sino que vuelva a circular la economía", señala.
Por último, Rúa hace referencia a una crisis "geoestratégica, influenciada por la crisis sanitaria y económica". Esta crisis se resume en conocer "qué estados, países y sectores económicos van a salir potenciados en la próxima década con la crisis y cuáles no van a ser capaces de responder adecuadamente y van a hundirse".
"Se trata de la crisis más profunda en términos económicos de la historia reciente de la humanidad con un impacto más amplio que el del Crack del 29 y el de la II Guerra Mundial"
Carles Rúa, responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación del Puerto de Barcelona. Efectos a corto plazo
El responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación del Puerto de Barcelona ha explicado que existen determinados efectos a corto plazo como la disminución del tráfico, causada por la bajada de movimiento y de la demanda.
A corto plazo se observa que existen "sectores muy afectados, como el de cruceros o el automovilístico" y otros "menos afectados, como el e-commerce o los productos alimenticios". Asimismo, también se ha producido una menor congestión en la ciudades, menos polución y menos emisiones contaminantes. Sin embargo, estos efectos repercuten en otros "efectos colaterales y relevantes que van a identificar los comportamientos de las cadenas de suministro.
Por una parte, la producción de blank sails, teniendo en cuenta que, a nivel global, "se han reducido entre un 10% y un 15% las escalas previstas de contenedores". Además, el transporte aéreo ha sufrido "caídas muy significativas".
Fruto de esta consecuencia, aparecen los megabuques que se dejan en línea, dejando a un lado los buques más pequeños. "Cada operación es de mayor envergadura", de manera que se traduce en una "mayor exigencia a los puertos y a los sistemas de evacuaciones de contenedores", señala Carles Rúa.
De este efecto se producen "problemas de capacidad". De hecho, "puertos como el de Barcelona o Valencia han tenido que buscar espacio de almacenaje fuera de su infraestructura", ha explicado Rúa, quien ha añadido que, "de este problema se produce otro, que es la escasez de contenedores vacíos".
Entornos más competitivo
Carles Rúa ha destacado que, para que el sector logístico "se adapte a la nueva normalidad" debe regirse por características como "resiliencia, integración, flexibilidad, así como buscar modelos de negocio que creen valor añadido, con el objetivo de crear entornos más competitivos".
Tendencias a largo plazoDurante la jornada, Carles Rúa, responsable de Proyectos Estratégicos y de Innovación del Puerto de Barcelona, ha señalado que la crisis del coronavirus desembocará en tendencias tanto a largo como a corto plazo. Respecto a las tendencias a largo plazo, Rúa ha querido señalar que "la logística siempre sigue a la industria" y que las tendencias que se venían cultivando pueden verse afectadas.
• Transición energética con la consiguiente "caída del petróleo y su impacto en la industria que la rodea y los tráficos".
• Crisis de materiales y economía circular. "Van a dejarse de importar muchos materiales porque se van a reciclarse muchos de ello, lo que reducirá la necesidad de transportar materias primas".
• Crecimientos desiguales en la población mundial, y "crecimientos sobre todo en Asia y África".
• Auge del e-commerce, lo que exige más "flexibilidad y requerimiento de última milla".
• Nueva movilidad y auge del vehículo eléctrico.
• Servitización y virtualización de la economía, "lo que genera menor demanda de bienes físicos y más demanda de servicios, lo que afecta a la vez al transporte".
• Digitalización.
• Nueva globalización o globalización regionalizada. "Vamos a enfrentarnos a economías más regionalizadas y con producción de más proximidad, así como un incremento del SSS".