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Las tres patas del banco

Qué de noticias intensas en los últimos días. Muchas de ellas mirando al futuro a largo plazo. Publicamos, por ejemplo, sobre el impulso a la nueva terminal en Valencia para que esté operativa…  en 2028 creo, y “llena” en 2040-2050, quizás. Barcelona también anuncia la puesta en marcha de estudios previos para una nueva terminal en ese enclave. Primero se ampliará BEST, y luego se activará el proceso que concluya con una nueva terminal en Barcelona. Todo a largo plazo.

  • Última actualización
    26 octubre 2018 00:00

La capacidad de mirar al horizonte de la empresa privada choca de forma rotunda con el irritante cortoplacismo de las autoridades barra políticos. El cortoplacismo, no nos confundamos, se aplica a sus intereses, no al de los puertos. Si alguna empresa dura toda una vida, o varias generaciones, incluso; un político se mueve por ciclos vitales de cuatro años, como máximo. La consecuencia es que los políticos no entienden de decisiones de hoy para resultados de dentro de 10 años. Las empresas y los puertos estarán siempre, o eso se supone. Los políticos de hoy no saben ni sabemos si estarán mañana. Con ese panorama, esas planificaciones a largo plazo tienen mucho de brindis al sol. Son una pata de un banco que necesita tres, y las otras dos están en manos de las administraciones. Por un lado, el farragoso mar de trámites, ventanillas, papeles y búsqueda de la póliza redonda, que puede alargarse hasta eternizarse. Y por otro, la activación paralela por parte de la Administración de unas infraestructuras complementarias e imprescindibles.Hablan las autoridades portuarias de plazos como si dependiera de ellos el tema. Sé que no olvidan, porque la experiencia no les deja, que el activar una infraestructura vital a tiempo depende de muchos factores. Pocos de ellos tienen que ver con la lógica empresarial y muchos de ellos no están en manos ni de las autoridades portuarias ni de las empresas, sino de los condicionantes políticos. Esos condicionantes decidirán si una infraestructura sale adelante, y lo que es tanto o más importante: si se activa a tiempo. Ni las terminales ni las grúas se compran por Amazon. Se requiere una planificación a muy largo plazo, para poder empezar a construir hoy el apoyo logístico que vamos a necesitar en 15 o 20 años, cuando muchos de vosotros estaréis en el tajo, pero poco o ninguno de los políticos de ahora seguirán en la poltrona. “No entiendo para qué se planifica la ampliación del Puerto si yo no veo cola de barcos en la bocana”, esta frase histórica de un dirigente político refiriéndose a lo que hoy es la terminal de Noatum, puede darnos una idea de las diferentes visiones temporales.Puede darse el caso de que los responsables de logística en los gobiernos opten por no poner palos en las ruedas de esta o aquella infraestructura. Incluso que la impulsen. Puede ser. Pero lo que va a ser y siempre ha sido más difícil es que activen a tiempo su parte del plan. Cuando se presenta una estrategia para crear una nueva terminal, lo más automatizada posible, debería presentarse un plan de accesos terrestres y ferroviarios acorde con la magnitud del proyecto y una planificación legislativa adecuada que garantice que se podrá trabajar sin problemas. De no ser así, la nueva la terminal de Valencia, por ejemplo, nacería coja, en un puerto que tendrá capacidad para mover 12 millones de TEUs y unos accesos válidos para la mitad. La logística es coreografía. Saltar sin que nadie esté ahí para recogerte no es buena idea.exto...