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Líderes del siglo XXI

¿Qué nos motiva a seguir adelante? ¿Qué nos impulsa? ¿Cuál es tu mayor miedo?

  • Última actualización
    21 mayo 2020 19:54

Y no, no se lo pregunto por si, llegado el caso, tuviésemos que enfrentarnos al payaso malo de “It” (Pennywise). La pregunta nace de una inquietud real que nos está rodeando estos días a todos los que consultamos internet o tenemos redes sociales. ¿Cómo hacemos para volver a nuestra vida en esta nueva normalidad cuando te tienes que cruzar, sí o sí, con gente insolidaria (pongan aquí el calificativo que ustedes quieran) a la que se la refanfinfla todo? ¡Y hablamos de temas de salud!

Al principio de la crisis sanitaria, cuando nos tuvimos que encerrar en casa de un día para otro y la mente todavía estaba fuera de juego pensando en las vacaciones de Fallas, fueron muchos los mensajes que nos llegaron de cómo enfrentarse a las circunstancias (que si consejos para teletrabajar, para hacer ejercicio, para entretenerse, para no matar a nadie en esta nueva convivencia 24/7, la gestión del mando a distancia, etc.) Fueron innumerables los consejos sobre las nuevas rutinas. 

Ahora, con la desescalada iniciada, nos tenemos que enfrentar a este nuevo mundo pero no llegan tantos consejos y el miedo, la inquietud, nos atenaza. 

Y es aquí donde podemos pedir consejos a las empresas del sector logístico portuario, a los trabajadores de los servicios esenciales, que han permitido que la crisis sanitaria se viviera en mejores condiciones porque no han parado. Porque ellos también vivieron las circunstancias con temor, sufrieron de estrés y de insomnio; porque ellos tuvieron que seguir trabajando sin los EPIs, sin reglamentos actualizados y con los miedos de los demás, que les cerraban las puertas en las narices (literalmente). Ellos pueden hablarnos de sus experiencias y aprender.

Porque en pleno siglo XXI, con lo que nos está tocando vivir, no podemos estar poniendo nuestras esperanzas en organizaciones que someten su futuro a las reglas del juego económico de hace 60 años. Nuevo siglo. Nuevas circunstancias. Nuevas normas

La gestión de los recursos humanos ha sido fundamental y el liderazgo de las organizaciones ha tenido que estar a la altura, ser resiliente y empático con sus equipospara que estos pudieran enfrentarse a los nuevos retos, que pasaban por tener que estar todo el día en la calle entregando paquetes, puerta por puerta, en pleno pico de la pandemia; a tener que estar encerrado en casa, sacando adelante el trabajo, las gestiones con la gestoría o el banco con mil problemas, líneas saturadas y desconcierto; o, lamentablemente, teniendo que llorar a un familiar desde ahora ausente. Porque la prioridad debía ser (y es) la protección de los empleados, asegurando su salud y seguridad (incluida la económica) frente a la pandemia. 

Así me lo comentaba el otro día Xabier Azarloza, director general de In Side Logistics, y así me lo han asegurado todos y cada uno de los presidentes de las autoridades portuarias con las que he podido hablar durante las últimas semanas, directivos de transitarias, etc. ¿Sentido común que así lo hagan? Sí, obvio. ¿Qué todo el mundo lo hace así? Pues no. Lamentablemente.

En este contexto (hoy más que nunca) el liderazgo debe ser i4, es decir, inspirador, integrador, imaginativo e intuitivo (como se nota que asisto a webinars ¿eh?) Porque en pleno siglo XXI, con lo que nos está tocando vivir, no podemos estar poniendo nuestras esperanzas en organizaciones que someten su futuro a las reglas del juego económico de hace 60 años. Nuevo siglo. Nuevas circunstancias. Nuevas normas.

Que está bien que se pierdan en los consejos trasnochados de las películas ochenteras, que está bien que disfruten de las personalidades abrumadoras de algunos personajes económicos de antaño, pero para echar unas risas. A la hora de gestionar y lidiar con la vida real, necesitamos líderes con los pies en la tierra y sin afán electoralista. Ahora no toca.