En su discurso de investidura, el ministro ha querido hacer hincapié en las prioridades del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, entre las cuales se encuentran la lucha contra el cambio climático y el impulso a la transformación digital.
En este sentido, ha señalado el ministro en referencia al departamento de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, “este Ministerio es esencial para llevar a cabo los objetivos del gobierno, englobados en dos grandes áreas políticas: la movilidad y la vivienda”.
El Valor Añadido Bruto de las actividades que están dentro del ámbito de competencias del Ministerio, ha explicado el ministro en referencia al transporte, la construcción y las actividades inmobiliarias, “representan algo más del 20% del PIB español”.
Por eso, “no tendremos éxito en la reorientación social, ambiental y modernizadora de España si no acertamos en la reorientación las políticas de este departamento”, ha destacado Ábalos, avanzando los grandes cambios que incluirá el nuevo Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Esta necesidad de reorientar las políticas del Ministerio, ha incidido Ábalos, “se ha venido anunciando desde hace bastante tiempo. Ya en mi primera comparecencia en el Congreso de los Diputados como Ministro hablaba de un nuevo tiempo para las infraestructuras, la movilidad y la vivienda”.
De igual forma, el ministro ha querido destacar en su discurso los desafíos ambientales y del cambio climático que “requieren una reorientación en el Ministerio”.
El transporte y la edificación, ha explicado Ábalos, son responsables del 36% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España. Por ello, “tenemos que reducirlos en aproximadamente un tercio en 2030 y eliminarlos en 2050, haciendo una transición ecológica justa y rápida”.
En cuanto a transformación digital, ha señalado el ministro, “el sector del transporte está viviendo una revolución tecnológica. Fenómenos como el vehículo autónomo, los vehículos compartidos, las plataformas digitales de movilidad o la electrificación del automóvil son realidades sobres las que tenemos que trabajar ya”.
“Para este Ministerio la transformación digital no es un tema de futuro, es un tema de presente”, ha añadido Ábalos.
Nueva denominación
La nueva denominación del Ministerio, ha incidido Ábalos en su discurso de investidura, “nos permite homologarnos con los países de nuestro entorno y simboliza esta nueva orientación, más contemporánea y ajustada a los retos del momento”.
Tradicionalmente, ha relatado el ministro, “a este Ministerio se le asocia como un constructor de infraestructuras, ligado a su carácter dinamizador de la economía y a lidiar con las reivindicaciones de políticos territoriales, más que como un proveedor de políticas públicas para el día a día de los ciudadanos”.
Sin embargo, este enfoque, ha añadido Ábalos, queda obsoleto a día de hoy. “Esto no quiere decir que la acción constructora del Ministerio de Fomento vaya a pasar a un segundo plano”, especificó el ministro, quien aseguró que el nombre de “Fomento” seguirá teniendo un protagonismo destacado con el desarrollo de los corredores, especialmente ferroviarios.
No obstante, ha detallado Ábalos, “esta acción inversora deberá responder eficazmente a los desafíos de la movilidad, el urbanismo y la vivienda de España en el actual contexto social y tecnológico”.
Para ello, el nuevo Ministerio priorizará “las cercanías, la intermodalidad y la innovación tecnológica. Este Ministerio seguirá siendo, también, el Ministerio territorial, pero con un enfoque más orientado a las necesidades reales de las personas y del sector productivo”, ha finalizado Ábalos.
Prioridades y programa de acción
El primer punto del programa de acción del nuevo Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha enumerado Ábalos, es aprobar la Estrategia Movilidad Sostenible, Segura y Conectada, “como nuestro marco general para hacer avanzar las políticas de movilidad en la línea de la reorientación de las políticas de este Ministerio”.
La implantación de esta Estrategia de Movilidad, ha añadido el ministro, “requerirá la aprobación de la que será la gran Ley de Movilidad; una ley que establecerá normas y procedimientos claros para seleccionar inversiones, fijar la financiación del transporte público, resolver las inconsistencias del modelo viario, profundizar en la normativa de seguridad, fijar principios y responsabilidades de colaboración entre administraciones y avanzar en la sostenibilidad financiera de las infraestructuras de transporte, entre otros aspectos clave para nuestro país”.
Además, ha explicado Ábalos, el gobierno ha querido mantener en el Departamento el título de Transportes “como una forma de poner en valor la actividad económica que desarrollan los transportistas y que puedan ver en este Ministerio un órgano de gestión próximo que empatice con su actividad”.