Juan Porta
El mundo se encuentra en constante cambio y evolución y el sector logístico no es una excepción. Los transitarios, actores clave en la cadena logística, enfrentan desafíos de gran magnitud que exigen un nivel de adaptación y preparación.
En estos momentos, existe una creciente presión por la descarbonización y la implementación de políticas medioambientales en respuesta a la demanda de los clientes y las regulaciones globales. Las operaciones logísticas están bajo el foco para reducir su huella de carbono y, con ello, el impacto ambiental que generan. Hasta el momento, este aspecto no formaba parte de manera significativa de los operativos que debían considerar la forma de trabajar; pero ahora el cliente exige que se tenga en cuenta, llegando a ser, en algunos casos, un elemento decisivo.
“Es aquí donde la tecnología, en particular los programas de simulación, juega un papel crucial. Estas herramientas permiten a los profesionales del sector recrear virtualmente toda la cadena de transporte, identificando posibles cuellos de botella, optimizando rutas y evaluando costos y tiempos en diferentes escenarios. Mediante la simulación, es posible analizar múltiples combinaciones y alternativas de transporte intermodal, lo que facilita la toma de decisiones informadas”, explica Eduard Rodés, director de la Escola Europea Intermodal Transport.
La ventaja principal de utilizar simulaciones, añade Rodés, “es que permite experimentar en un entorno controlado y sin costes asociados. Imaginemos, por ejemplo, querer testar una nueva ruta intermodal que incluye el transporte marítimo, ferroviario y por carretera. Realizar pruebas en la vida real sería costoso y arriesgado. Sin embargo, mediante la simulación, se pueden modelar estos escenarios, comparar resultados y refinar la estrategia antes de su implementación real, en un tiempo muy corto. La plataforma creada por la Escola Europea PortVirtualLab (pvl.one) es un buen ejemplo de este tipo de aplicaciones que ya se utilizan en muchos países del mundo y por numerosos centros de formación”.
La digitalización, gracias a la transformación y adecuación de los procesos propios de la industria, sin lugar a duda, permite conectar al centro educativo y a la empresa en ámbitos cada vez más diversos, creando soluciones que desde el centro con todo el talento y los recursos cognitivos. En este sentido, Jesús Martínez Marín, director del máster de “Logística, Cadena de Suministros y Negocios Marítimos” y coordinador del grado en “Logística y Negocios Marítimos” de TecnoCampus, afirma que, desde la universidad y juntamente con la empresa, “podremos avanzar en caminos donde ambas partes, una desde la experiencia y la otra desde el análisis y el método científico, podamos abordar no solo la formación de los futuros profesionales de la logística, sino en la generación de soluciones cuyo resultado impactará de forma positiva a toda nuestra sociedad”.
Ante el reto de la transformación digital, la formación jugará el papel más importante a la hora de adaptarse a un perfil más especializado y calificado, concluyen los expertos.