MADRID. “Ya hay túneles de congelación que no funcionan ni dan el servicio porque ningún cliente puede o quiere pagar lo que cuesta ponerlos en marcha. Ya hay cámaras frigoríficas cerradas también porque no compensa mantenerlas en funcionamiento y también empresas clientes a las que no se les ha podido ofrecer el servicio frigorífico porque suponía entrar en pérdidas.” Afirma Marcos Badenes, secretario general de ALDEFE (asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logísticas y Distribución de España).
“La incidencia en el sector del almacenamiento frigorífico público es y está siendo DRAMATICA, incrementos exponenciales de la principal materia prima del sector, sin tregua ninguna, sin expectativa de mejora es algo que difícilmente pueden aguantar las cuentas de resultados de las explotaciones frigoríficas. Hemos pasado de, en el mejor de los casos el coste de la energía supusiera en torno al 25% de los costes de las instalaciones frigoríficas a el 50% o más. Es insostenible”, añade Badenes.
Las empresas de Aldefe han desarrollado planes de contingencia para aguantar este embate de la energía: se han reducido potencias y ajustado los programas de gestión de los compresores; han modificado los turnos de trabajo para poder dar a sus clientes el mejor servicio sin incrementar la necesidad de frio en las cámaras; han incorporado sistemas de producción energética (paneles solares, producción eólica etc.) para intentar ajustar el consumo en las horas críticas de servicio; han mejorado sus aislamientos y han incorporado sistemas automáticos en las puertas de servicio dentro de los muelles de descarga de las cámaras.