MADRID. “La economía europea no tiene un elevado número de proveedores rusos y ucranianos en su primer nivel de relaciones; sin embargo, éstos van ganando protagonismo a medida que se escala en las cadenas de suministro y, más especialmente, cuando llegamos a las materias primas que favorecen el proceso productivo”, destaca el presidente de UNO Logística, Francisco Aranda.
Según la patronal, “la alimentación puede verse afectada porque la guerra enfrenta a dos países muy relevantes en la producción de cereales como el trigo, el maíz, el centeno o la cebada, que están presentes en numerosos productos comestibles, tanto para la nutrición humana como animal”. “De hecho, Rusia es el primer país en exportaciones de trigo, mientras que Ucrania suministra el 35% de todos los cereales que entran en la Unión Europea”, ha concretado Aranda.
Por otro lado, “ambos países en conflicto son abastecedores relevantes de metales que intervienen en la fabricación de automóviles, dispositivos tecnológicos y electrodomésticos”. Aranda ha explicado que, en concreto, “Rusia acumula casi un 10% de las reservas mundiales de aluminio, níquel y cobre; asimismo, produce un 40% de todo el paladio, que es un elemento básico para la industria automovilística”.
Por su parte, “Ucrania es un gran proveedor de níquel, que se utiliza en la producción de los chips electrónicos”, ha añadido.
Respecto a la energía, el presidente de la patronal española de logística afirma que “ya lleva meses padeciendo un crecimiento desorbitado de los precios de los combustibles, especialmente del gas natural, que ha experimentado un crecimiento promedio del 365%, lo cual es inasumible por parte de las empresas”.
“Hemos solicitado al Gobierno que intervenga de forma urgente porque las empresas están en situación de emergencia”, ha demandado Aranda.