José Manuel acababa de fichar por Raminatrans como director OEA y de Cumplimiento Normativo. Su carrera profesional en el sector logístico había dado así un paso adelante para desarrollar su pasión en una empresa referente y consolidarse como uno de los expertos con mayor prestigio en el ámbito aduanero.
“La noticia fue inesperada”, relata José Manuel González. “Acababa de llegar a Raminatrans, que había apostado por mí. En cuanto comuniqué mi situación a Rafael Milla y a Juan Beltrán supe que no podía estar en una empresa mejor. No sólo recibí el máximo e incondicional apoyo de todo el equipo, sino que además me pusieron en contacto con los mejores especialistas del país, desde Valencia hasta Navarra. No sé cómo lo hicieron, pero lo hicieron. No puedo más que estar agradecido, fue un gesto de generosidad enorme”.
José Manuel ha vivido a lo largo del último año un duro periplo de batalla constante contra la enfermedad. Pero no ha estado solo. Su familia, sus amigos, sus colegas de profesión y, sobre todo, el equipo médico, han sido un gran apoyo para poder salir adelante.
Es una obviedad decir que la vida ha cambiado para José Manuel. Sin embargo, no por ser obvio deja de ser catártico. “Mi percepción de la vida ha dado un giro radical: no sufro estrés y me veo obligado a ser generoso”. Para González, esa “obligación” no tiene un sentido peyorativo, sino de concienciación: “Cada día me levanto queriendo concienciar a la gente de lo importante que es la vida”, afirma, porque “tengo la suerte de poder disfrutar de la vida más que mucha gente”.
“Mi percepción de la vida ha dado un giro radical. Tengo la suerte de poder disfrutar de la vida más que mucha gente”
“En cuanto comuniqué mi situación a Rafael Milla y a Juan Beltrán supe que no podía estar en una empresa mejor. No sólo recibí el máximo e incondicional apoyo de todo el equipo, sino que además me pusieron en contacto con los mejores especialistas del país”
Dar, ayudar y compartir“No hay nada más bonito que dar, ayudar y compartir”. Esta forma de pensar y de entender la vida es la que le llevó a aceptar el reto lanzado por un “grandísimo compañero y amigo” de la Aduana, José Muñoz Barón, para elaborar la trilogía “¿Cuánto sabes de Aduanas y Derecho Aduanero?”, destinada a orientar a los más jóvenes que se adentran en esta profesión.
Cargado de la humildad propia de quien se considera uno más dentro de un gran colectivo profesional, José Manuel se puso manos a la obra, codo con codo con Pepe, hasta completar los tres volúmenes. “Tenía dudas de completar el primero, y al final salieron tres. Ojalá puedan contribuir a la formación de los jóvenes ya que en mis inicios era muy complicado acceder a una formación aduanera”.
Pero la acción de José Manuel González no se ha limitado a compartir el conocimiento, sino que los beneficios obtenidos por la venta a de los libros de la trilogía se van a destinar, de común acuerdo con el coautor José Muñoz, a financiar las actividades del INCLIVA (Instituto de Investigación para la Lucha contra el Cáncer Gástrico).
Sin duda, no hay mayor acto de generosidad que el entregarse sin condiciones a los demás. José Manuel González, en un momento de su vida especialmente complicado, ha decidido volcarse sin condiciones para tratar de aportar y compartir todo lo que “la vida me ha dado”. Todo un ejemplo de vida que nos recuerda que el sector logístico no sólo está formado por grandes profesionales, sino que además cuenta con enormes personas.
José Manuel González y José Muñoz, durante la entrevista telemática realizada por Diario del Puerto el pasado martes. Un manual aduanero que al final fueron tres“Poca gente se atreve a escribir manuales de temática aduanera. Llevaba en la cabeza hacer algo práctico, algo que se alejara de los clásicos libros. Le trasladé a José Manuel la idea y le encantó”. Así relata José Muñoz la génesis de la trilogía “¿Cuánto sabes de Derecho Aduanero?”, un libro que al final se convirtió en una trilogía. El primero de los tomos se agotó en tres días, una situación que casi se repitió con el segundo. Ambos autores echaron el resto con el tercero, elaborando 600 preguntas de carácter práctico.
Porque esa es una de las grandes fortalezas de estos manuales. No son texto teóricos al uso, sino que reflejan de manera práctica, sencilla, amena y cercana casos diarios de derecho aduanero que ponen a prueba los conocimientos del lector.
El éxito ha sido tan rotundo que estos manuales no sólo se utilizan en España, sino que profesionales de Polonia o América Latina ya se han interesado por ellos. “El fin solidario de la publicación también ha ayudado mucho”, reconocen los dos autores, que además ponen en valor el hecho de que los manuales no proponen soluciones, “sino que invitan al estudio y a buscar la respuesta”.
La doble autoría es otro de los puntos fuertes de la publicación. “Hemos logrado aunar en un mismo espacio la visión del funcionario y la del operador privado”, afirman, algo que hasta ahora no sucedía con los manuales más tradicionales.
El tándem formado por José Manuel González y José Muñoz ha decidido tomarse un descanso, aunque no será largo. En mente hay nuevos proyectos de colaboración, “que serán siempre en este formato de bolsillo y de manera práctica y cercana”, aseguran.