Esos datos han puesto de manifiesto la importancia que tiene el mercado británico para la economía de la Comunitat Valenciana en un seminario web celebrado en Cámara Valencia sobre el futuro del comercio exterior valenciano tras el Brexit en el que han participado el presidente de la Cámara de Comercio Española en el Reino Unido, Eduardo Barrachina, y el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata, entre otros ponentes.
El Reino Unido es un mercado abierto, dinámico, pero también maduro y muy competitivo que exige inversión para trabajar en él. Un Brexit sin acuerdo implicará tarifas aduaneras, afectará al tipo de cambio libra/euro, supondrá cambios en los procedimientos de export-import para las empresas españolas, cambios fiscales, entre otros efectos.
El análisis realizado entre las 150 sub partidas exportadas muestra que el Brexit tendrá un impacto arancelario cercano a los 200 millones de euros y una tarifa arancelaria media del 8,3%, un coste que asumirán en parte los consumidores finales con el incremento de precios y en parte también los exportadores.
Casi la mitad de las exportaciones valencianas son de vehículos automóviles, mientras que los productos agroalimentarios alcanzan en 2020 el 25% de las exportaciones al Reino Unido. Para el automóvil, los aranceles que provocaría un Brexit sin acuerdo serían de un 10%, mientras que en agroalimentación alcanzarían los 11,8 % de media, lo que perjudicaría la competitividad de los productos en ese mercado, siendo los frescos los más damnificados.
Los sectores con mayores oportunidades de negocios con un Brexit sin acuerdo serían los materiales de construcción (la tasa arancelaría sería muy reducida o nula, es decir, un 4% en baldosas cerámicas y un 0% en vidrio, mármol o tejas); el calzado deportivo; el hábitat (mueble e iluminación); la cosmética (con cero aranceles y un crecimiento del 41% en 2020), así como la maquinaria, también sin aranceles.
Sin embargo, otros como el sector calzado, el sector del textil hogar, pueden verse más afectados por los aranceles, la tendencia a la baja de las exportaciones y la mayor competencia de países terceros.
Un brexit sin acuerdo también impactaría en el turismo, ya afectado por la crisis del Covid-19, mientras que otros servicios como consultorías o ingenierías serían sectores de oportunidad, así como tecnología, comunicaciones, patentes y marcas y servicios asociados a exportaciones.
La empresa debe de prepararse para comerciar con un país tercero, con nuevas exigencias técnicas o legislativas, problemas a corto plazo en la logística (sobre todo para productos perecederos); cambios en el sistema migratorio y del personal laboral desplazado, etcétera.