Las 10 medidas de la Comisión Europea frente a futuras crisis
El COVID supuso un importante desafío para las cadenas de transporte de mercancías con fronteras cerradas, aumento de la burocracia, exigencias a los conductores, etc. La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha vuelto a generar una importante tensión en el transporte de mercancías. Por eso, la Comisión Europea ha dado a conocer las diez medidas que se van a implantar para hacer frente a futuras crisis del transporte.
A petición del Consejo, la CE ha elaborado una guía con las 10 medidas imprescindibles para asegurar el flujo continuo de la cadena de transporte en cualquier situación de crisis que se pueda producir en Europa. La pandemia, desde marzo de 2020, la guerra en Ucrania, pero antes la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010 y el colapso del Rastatt Tunnel en 2017 ya habían generado importantes tensiones en la cadena de suministro europea.
El plan de contingencia se ha desarrollado a partir de las lecciones aprendidas durante la crisis sanitaria, como las Green Lines (que recomendaban facilitar el cruce de fronteras a los conductores y no tenerles retenidos más allá de 15 minutos) o el paquete de medidas “Ómnibus”, que introdujo exenciones y medidas excepcionales con carácter temporal en la legislación de transporte con el fin de facilitar al máximo esta actividad esencial para la supervivencia europea.
Las diez medidas que propone la Comisión para que el transporte no se vea afectado por futuras crisis tienen el objetivo de que el sector esté mejor preparado para dar una respuesta rápida a cualquier tipo de contingencia o incidencia que pueda suponer una ruptura de la cadena de transporte: desastres naturales. ciberataques, conflictos militares, fallos en la infraestructura, ataques terroristas, pandemia, o algo que preocupa mucho y a muchos, posibles cortes de energía.
Estas diez medidas son:
1 Adaptar las leyes de transporte de la Unión Europea a situaciones de crisis: Algunas leyes de transporte ya tienen cláusulas de emergencia, como el artículo 10 del Reglamento sobre acceso al mercado internacional del transporte por carretera (que permite establecer cláusulas de salvaguardia de los mercados interiores si el cabotaje perturba seriamente el funcionamiento del mercado de un Estado miembro).
En su caso, las leyes de transporte de la UE deben modificarse para introducir disposiciones para hacer frente mejor a una crisis importante teniendo en cuenta que no deben dar lugar a excepciones indebidas en la aplicación del Derecho de la UE.
En concreto, en lo que afecta al transporte por carretera, la Comisión tiene la intención de analizar si es adecuado ofrecer flexibilidad temporal adicional en la aplicación de las normas de transporte por carretera sobre restricciones y tiempos de conducción, al tiempo que se garantiza la seguridad de las operaciones de transporte en todo momento.
2 Asegurar un apoyo adecuado para el sector del transporte: para fortalecer la capacidad de transporte de hacer frente a estas crisis es imprescindible mejorar la conectividad y la sostenibilidad del sistema de transporte de la Unión Europea. Los fondos del Plan de Recuperación y Resiliencia y los del Next Generation dedicarán una cantidad significativa a mejorar la sostenibilidad del sistema europeo de movilidad.
Una parte importante de los fondos pretenden la transformación ecológica del transporte, pero abordan otras prioridades, como su transformación digital y la cohesión social y territorial. Además, en el contexto geopolítico actual, muy afectado por la agresión militar rusa en Ucrania, la reducción de la dependencia de la Unión Europea de los combustibles fósiles es aún más urgente.
3 Garantizar la libre circulación de bienes, servicios y personas: el sistema Green Lanes, que se puso en marcha durante la pandemia, puede reactivarse cuando sea necesario para hacer frente a cualquier nueva crisis que afecte al transporte de la Unión Europea. La Comisión tiene previsto proponer un Instrumento de Emergencia del Mercado Único en 2022 que proporcionará un marco legal para aplicar medidas de respuesta a las crisis importantes para el sector del transporte, en particular la libre circulación de mercancías, servicios y personas. Es necesario que se reduzcan al máximo los controles fronterizos en situaciones críticas para asegurar el flujo y garantizar que las esperas para cruzar no superarán los 15 minutos. En la misma línea hay que facilitar la transición a la digitalización de toda la documentación de a bordo.
4 Gestión de los flujos de refugiados y repatriación de pasajeros y trabajadores del transporte varados: afecta especialmente a la situación de pasajeros o trabajadores del transporte que han quedado retenidos fuera del territorio de la Unión por situaciones de conflicto y sobre la necesaria cooperación para su repatriación al territorio de la Unión Europea.
5 Garantizar la conectividad mínima del transporte y la protección de los pasajeros: esta disposición afecta principalmente al transporte de pasajeros y al transporte urbano de pasajeros y mercancías que está sometido a una fuerte presión para conseguir los objetivos de reducción de emisiones.
6 Compartir información de transporte: solo con información actualizada y detallada se puede hacer frente a los problemas y buscar soluciones. Por eso, para la Comisión el intercambio de comunicación entre todos los actores (autoridades nacionales, Comisión, empresas de transporte, pasajeros, trabajadores del transporte...) es imprescindible para adoptar soluciones de forma rápida. Pero, internet puede sufrir un ataque (un apagón) o puede verse la comunicación de la información comprometida por lo que hay que buscar alternativas al margen para que la comunicación y la información esté accesible a todos los actores.
7 Fortalecimiento de la coordinación de la política de transporte: la Red de Puntos Nacionales de Contacto de Transporte seguirá siendo la base para la coordinación materia de transporte. Presidida por la Comisión, de ella forman parte los Ministerios de Transporte de cada país. La propuesta es que funcione de forma permanente y flexible para poder dar respuesta de forma inmediata y coordinada a cualquier contingencia que surja.
8 Fortalecimiento de la ciberseguridad: la posibilidad de atáques cibernéticos es más real que nunca, por eso la Comisión trabaja desde hace tiempo con las instituciones y agencias interesadlas en esta materia en el desarrollo de sistemas de fortalecimiento y respuesta rápida frente a cualquier posible ataque de manera que el transporte, en ninguno de sus modos, se pueda ver comprometido.
9 Pruebas de contingencia de transporte: la Comisión, junto con las agencias pertinentes u otros actores, y basándose en los procesos existentes, propone llevar a cabo pruebas de contingencia para evaluar la preparación para crisis de acuerdo con este plan. Es decir, simular situaciones críticas que afecten al transporte y extraer conclusiones y análisis que puedan llevar a plantear nuevos escenarios y propuestas para mejorar la respuesta del transporte en caso de crisis, de cualquier tipo, para que no vea comprometido.
10 Cooperación con socios internacionales: la Unión Europea no es una isla; coopera y mantiene relaciones con muchos socios más allá de sus fronteras, por lo que es necesario fijar los mecanismos para que una situación crítica no afecte al transporte más allá de las fronteras del mercado único. La guerra en Ucrania, desatada por la invasión rusa, ha sido el último claro ejemplo de la necesidad de cooperar para que los flujos de mercancías no se vean interrumpidos.