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Castilla y León defiende su conexión con Europa a través de los puertos del Atlántico y Cantábrico

La Comunidad de Castilla y León apuesta ante el Parlamento Europeo por la Vía Atlántica y abrir la conexión del transporte ferroviario de Europa a la fachada atlántica de la Península Ibérica a través de los puertos de Vigo, A Coruña, Gijón y Avilés mediante el nudo de León y la conexión a través de Palencia con el actual trazado del Corredor.

  • Última actualización
    07 noviembre 2018 16:44

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, intervino recientemente en el Parlamento Europeo para mostrar la visión “global, capilar e integradora” que la Junta plantea de lo que debe ser una adecuada definición de las Redes Transeuropeas de Transportes y defendió la necesidad de dotar a los puertos del Atlántico peninsular de un acceso real al espacio europeo a través de Castilla y León.

Tras exponer las claves de la estrategia logística y las potencialidades de la Comunidad, reclamó incluir dentro de la Red Transeuropea de Transporte (Red TEN-T), en la próxima revisión del Reglamento 1315/2013, de todos aquellos tramos que faltan (“los eslabones perdidos”) para conectar las regiones del este de Europa con la fachada atlántica y sus puertos, ya que dicha inclusión podría suponer que esos eslabones perdidos se pudieran beneficiar de hasta un 40% de fondos CEF.

 

Papel de los puertos

Expuesta la posición estratégica de Castilla y León en el contexto nacional y europeo, fortalecida por la importancia para el Corredor Atlántico, mantuvo que la Comunidad forma parte de la zona de influencia de los puertos de la Cornisa Atlántico–Cantábrica, y por ello, la importancia para Castilla y León de su conexión con puertos del noroeste Atlántico de la Península Ibérica como territorio de interior.

Suárez-Quiñones señaló que los puertos desempeñan un papel trascendental en la dinamización de las zonas de influencia y por ello es necesario mejorar las conexiones de los puertos de la fachada atlántica española (Gijón, Avilés, Vigo, A Coruña) con Castilla y León, como zona de influencia interior, para que puedan formar una nueva red de entrada y salida del continente. Por otro lado, reclamó la unión de los corredores Atlántico y Mediterráneo que atraviesan la Península Ibérica y consideró imprescindible la mejora de la comunicación ferroviaria norte-sur de la península mediante la mejora y adecuación de la línea directa ferroviaria Burgos-Aranda de Duero-Madrid.