En el informe “El futuro de la competitividad europea”, que cita en 250 ocasiones a China, Draghi alerta de que la UE “está perdiendo terreno o se ve cada vez más amenazada por competidores globales”. En lo que respecta a la construcción de buques mercantes, la UE (al igual que EE. UU.) ha pasado a depender totalmente de Asia, de los cuales se abastece en un 94%. Además, el 96% de los contenedores marítimos se producen actualmente en China.
La UE también se enfrenta a presiones externas en relación con la propiedad y la gestión de infraestructuras, “con riesgos para su autonomía”. Según el informe, “China está ganando terreno en la infraestructura y las flotas de transporte y logística de la UE”. “La inversión china en los puertos de la UE está en aumento y los operadores chinos controlan una parte importante de las líneas ferroviarias que llegan a Europa”. Además, China ha invertido en una ruta terrestre-marítima a través de los Balcanes para aumentar su cuota de transporte de mercancías entre la UE y China, y si bien este corredor ofrece oportunidades para las empresas logísticas europeas, “la UE se está volviendo cada vez más dependiente de la inversión en infraestructura de China”. “La inversión extranjera directa de la UE se centra en inversiones individuales a nivel nacional, pero no examina las implicaciones sistémicas de la inversión a nivel sectorial o de toda la UE”, señala.
Por otra parte, la participación de la UE en la propiedad de la flota marítima disminuye y a pesar de la fortaleza de la UE en logística global, solo un actor europeo (APM Terminals), recuerda el informe, está entre las cinco principales empresas mundiales que gestionan terminales portuarias. Los actores asiáticos y de Oriente Medio dominan el negocio y obtienen concesiones en todo el mundo.