Coca defendió la rentabilidad de la ética en la empresa basada en tres pilares: prudencia, confianza y justicia. La empresa debe ser un agente social de justicia en la sociedad actual orientada a un beneficio económico, social y medio ambiental, abogando por el papel de ésta como regeneradora de la sociedad en contraposición del individualismo, el desequilibrio entre derechos/obligaciones, la polarización y la satisfacción inmediata, actitudes que están mas presentes de lo deseado, apuntó el invitado.
Asimismo, aseveró que cumplir con la legalidad “no es ser ético, es ser buen ciudadano y no debemos quedarnos ahí, estamos en el siglo de la ética o no habrá siglo XXI. La ética es un valor que debe estar presente en nuestro día a día, y por supuesto, también en los negocios. Marcar las directrices de nuestro comportamiento es un principio básico que las empresas tienen que asumir y deben impulsar un comportamiento ético entre sus empleados que favorezca la interrelación entre personas, compañía y sociedad”.
La búsqueda de la excelencia, el hacer las cosas bien orientadas a la satisfacción de las necesidades humanas fueron temas, entre otros, que ocuparon el coloquio con los socios.
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, salmantino criado en Valencia y con una amplia trayectoria docente, profesional y empresarial, Pedro Coca es miembro del comité directivo de la Fundación desde el año 2001 y presidente del Propeller de Valencia desde el 2018.