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Cómo está la salud de la economía española

  • Última actualización
    05 julio 2024 05:20

Aunque me consta que alguna persona del mundo logístico estará pensando “¡¡Uf!! otro rollo económico”, permitidme que de vez en cuando haga un apunte sobre estos temas. Al fin y al cabo, como se dijo en la campaña del 92 de Bill Clinton contra Bush padre, nos guste o no nos guste, siempre “es la economía, estúpido”.

Y hoy quisiera detenerme en analizar la salud de la economía española, tarea muy difícil de llevar a cabo y menos con indicadores sencillos. Al igual que cuando nos hacemos una analítica de sangre que nos miden de todo, para tratar de conocer el estado real de una economía hay que tener en cuenta infinidad de variables. Y claro, cuando analizas 200 o 300 estadísticas es casi imposible que en todas te salgan resultados positivos o en todas negativos. Lo normal es que encuentres áreas que van bien, otras regular y finalmente, algunas claramente negativas.

En España hay un montón de indicadores que nos dicen que la economía va razonablemente bien (crecimiento del PIB, generación de empleo, sector exterior, cuentas financieras de la nación, etc.), al menos mejor que muchos de nuestros socios de la UE, pero, obviamente, en otros casos los resultados son negativos o preocupantes. Hoy quisiera repasar dos de esos indicadores negativos, competitividad comparada y evolución de la productividad del país, que, como veremos, van muy unidos.

$!Cómo está la salud de la economía española

Competitividad

Medir la competitividad de un país es una tarea compleja. Desde hace ya 45 años (1979) el World Economic Forum publica su “Global Competitiveness Report” y, más recientemente, su “World Competitiveness Ranking”. En esto 45 años los informes han cambiado de una manera relevante, desde su presentación o los países recogidos en el estudio, hasta la metodología utilizada o las variables incorporadas en el análisis. Por lo tanto, los resultados no son plenamente comparables entre sí, pero nos dan una idea de la evolución de la competitividad de nuestro país comparada con el resto de países del mundo.

$!Fuente: WEF.
$!Fuente: INE.

Su metodología es muy sencilla, como se puede apreciar en el cuadro adjunto. Se utilizan todas las estadísticas disponibles (internacionales, nacionales, regionales) y se complementan con las valoraciones de un panel de expertos ejecutivos cualificados elegidos por el centro de investigación que realiza el trabajo.

En 24 años hemos descendido 17 posiciones en el ranking mundial de competitividad

Toda esta información se distribuye entre los 4 pilares que sirven de referencia en el estudio y que se consideran claves: resultados económicos, eficiencia del sector público, eficiencia empresarial e infraestructuras.

Finalmente, en cada pilar se identifican otras 5 líneas de análisis. Por ejemplo, en el pilar resultados económicos se consideran 5 apartados: crecimiento del PIB, comercio internacional, inversiones internacionales, empleo y precios. En la eficiencia del sector público se diferencian otros 5 apartados: finanzas públicas, política impositiva, estructura institucional, legislación económica y estructura social.

Con toda esta información disponible para cada país se elaboran los índices y rankings de competitividad de esos países. Como he dicho antes, le podemos dar toda la credibilidad que queramos, pero lo importante es analizar la tendencia a lo largo de los años del estudio.

En el gráfico nº1 tenemos la evolución de España en ese ranking de competitividad a escala mundial.

La productividad en España de acuerdo con la contabilidad nacional publicada por el INE está estancada

Podemos ser todo lo excépticos que queramos, pero la tendencia no puede ser más negativa. En 24 años hemos descendido 17 posiciones en el ranking mundial de competitividad y en 2024 nos superan países como Tailandia, Indonesia, Lituania, Chequia, Malasia, Kazajstán, Portugal. Algo estamos haciendo mal.

Si desagregamos la información para el año 2024 podemos encontrar alguna pista de esa clasificación:

1. Resultados económicos, posición de España: puesto 27.

2. Eficiencia sector público: puesto 58.

3. Eficiencia empresarial: puesto 38.

4. Infraestructuras: puesto 27.

Resulta palpable que el pilar que está lastrando históricamente nuestra clasificación es la eficiencia del sector público, que, además, no ha hecho más que empeorar a lo largo de los años, tema muy grave que algún día habrá que afrontar.

Otros bloques que también nos penalizan son el mercado laboral, la tasa de desempleo, las actitudes y valores en el mundo empresarial o el empeoramiento del sistema sanitario.

Productividad

Como ya hemos explicado en otros artículos y es una máxima que hay que grabarnos a fuego, “el PIB per cápita de un país solo puede crecer a largo plazo si aumenta la productividad”.

¿Qué nos dicen los datos? Pues que la productividad en España de acuerdo con la contabilidad nacional publicada por el INE, eso sí, con grandes fluctuaciones, está estancada. El crecimiento que estamos teniendo estos años, se basa en sectores en los que la productividad crece muy poco. Ciertamente, en este ciclo estamos generando mucho empleo, pero la productividad está estancada.

Y esta tendencia tan negativa nos aleja de nuestros socios europeos que, a su vez, están perdiendo la batalla a escala mundial. El gráfico 3 nos indica que la productividad por empleado en el mundo está creciendo, especialmente a partir del año 2000, por encima de la de Estados Unidos y éste, a su vez, supera ampliamente al de la Eurozona, que, como vemos, está claramente estancada desde 2006.

$!Fuente: IMD, World Competitiveness Booklet. 2024.

Si comparamos evolución de la productividad y la competitividad de las economías, vemos en el gráfico nº 4 que existe, como no podía ser de otra forma, una estrecha correlación (0,692) entre evolución de la productividad de un país y su posición competitiva a escala internacional.

$!Fuente: IMD, World Competitiveness Booklet. 2024.
Preocupaciones 2024 del mundo empresarial

En el marco de esta reflexión sobre productividad y competitividad, nada mejor que poner un gráfico en el que aparecen los problemas y la importancia que se les otorga desde la perspectiva empresarial (gráfico nº 5).

¿Cuáles son esas preocupaciones?

1. La inteligencia artificial, con una amplia diferencia, se posiciona como la primera preocupación del mundo empresarial.

2. Como era de esperar el riesgo de desaceleración económica global es la segunda preocupación.

3. A cierta distancia, los conflictos geopolíticos importan, pero no son tan determinantes.

4. La adaptación a los nuevos modelos de trabajo no presencial y modelos híbridos.

5. Los cuellos de botella en los suministros.

6. La descarbonización de la actividad económica y los procesos de transición hacia una economía cero emisiones netas.

7. La seguridad energética.

8. Los cambios demográficos, que tarde o temprano alterarán el peso económico mundial de los países.

9. Las disparidades/desigualdades socio económicas tanto internas como a escala internacional.

10. Los efectos del calentamiento global.

No sé si en nuestro mundo logístico deberíamos incorporar algún problema/riesgo adicional, o incluso cambiar el orden de las preocupaciones, pero creo sinceramente que el mapa propuesto se ajusta bastante bien a nuestras inquietudes, desde la estricta perspectiva del sector logístico.