Hace tiempo que Coordinadora Solidaria ha diversificado su actividad. Ya no sólo presta ayuda a casi 500 familias a través de su proyecto “Cocinas Solidarias” -una iniciativa compartida con la multinacional SanLucar Fruit en la que dan de comer a casi 500 usuarios a través de El Puchero y El Puchero Portuario-. Desde hace unas semanas, ha hecho una apuesta decidida por la formación como el primer paso hacia una nueva vida.
En un local de más de 200 metros cuadrados y tras más de un año de desarrollo del proyecto y de trabajos para habilitar las instalaciones originales, puede afirmarse que el nuevo centro de formación de Coordinadora Solidaria ya es toda una realidad.
En sus tres aulas se imparten cursos no sólo para buscar salidas profesionales, sino que también se ayuda a menores escolarizados con clases particulares de refuerzo.
Tal y como explican Arantxa Vicó y Humberto Nácher, miembros de la fundación, se ofrecen cursos de empleabilidad y potenciación de habilidades para la búsqueda de empleo, talleres para padres y refuerzo en la importancia de habilidades sociales, así como “cursos específicos para grupos de mujeres que impartimos todo el año con los que fomentar su participación y empoderamiento”, sobre todo en materia de igualdad y nuevas tecnologías.
Por el momento, estas aulas de formación se nutren de los usuarios del Puchero Portuario. “Gracias a nuestro trabajo diario en el Puchero Portuario, hemos detectado que había grandes necesidades en materia de formación”, aunque el objetivo a medio y largo plazo es abrir este centro a otros colectivos y gente del barrio de valenciano de Ayora -donde está ubicado el centro-, una zona bien comunicada y con varios centros escolares cercanos. En ese sentido, desde Coordinadora Solidaria recalcan que “nuestra intención es poder colaborar con otras entidades de la zona y poder conocer cuáles son los recursos globales para crear una red de ayuda en todo el barrio”.
Asimismo, desde Coordinadora Solidaria Valencia ya se trabaja para lograr ser un local colaborador del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (SERVEF). Por el momento, y a excepción de una ayuda otorgada por la concejalía de Participación Ciudadana, Coordinadora Solidaria Valencia trabaja a base de recursos propios y donaciones, sin recibir ningún tipo de subvención.
La crisis pasa factura
La actividad de Coordinadora Solidaria está viéndose afectada por la complicada coyuntura internacional. La crisis energética está incidiendo en el día a día de la fundación, que ha visto como su factura de luz y gas “se ha disparado en los últimos meses”, aunque, por el momento, tanto Arantxa Vicó como Humberto Nácher afirman que “todavía podemos afrontarlas”.
Las campañas escolares de recogidas de alimentos que la entidad pone en marcha de manera regular también están viéndose condicionadas por esta situación. “Hemos aumentado los centros escolares con los que colaboramos, pero aun así esta campaña creo que la cerraremos con un descenso en la recogida de alimentos”, tal y como lamenta Vicó.
Coordinadora Solidaria achaca este descenso de las donaciones a la situación de crisis e incertidumbre en la que está inmersa Europa desde el estallido de la guerra en Ucrania. “Ahora, la gente se retrae más a la hora de colaborar, prefiere guardar parte de sus recursos a la espera de que se resuelva esta situación”, puntualizan, una situación que también se ha trasladado a los alimentos frescos.
Sin embargo, Coordinadora Solidaria está viviendo paradoja en los últimos meses por la situación contraria. El incremento del número de entidades colaboradoras tiene como consecuencia que en ocasiones puntuales “nos resulte muy complicado gestionar tanta cantidad de alimentos”, asegura Humberto Nácher. Por eso, desde la fundación se mantiene abierta la puerta de la colaboración con otras entidades sociales “para no desperdiciar toda esta cantidad de recursos”.
Premios Ilustres
La labor de Coordinadora Solidaria y SanLucar Fruits con su proyecto “Cocinas Solidarias” ha sido reconocida en los últimos años con diferentes premios y galardones otorgadas por diferentes instituciones.
El último de estos reconocimientos ha sido el de los Premios Ilustres, que otorga la Junta Municipal de Tránsitos de la ciudad de Valencia desde hace veinte años, y que premia la trayectoria vital, profesional y social de personas, asociaciones y entidades de dicho distrito.