El comercio internacional es un pilar fundamental de la economía global, que impulsa el intercambio de bienes y servicios entre países y culturas. En el actual escenario mundial, dinámico, cambiante e incierto, las empresas logísticas juegan un papel crucial como la columna vertebral que conecta a vendedores y compradores.
Para desempeñar sus funciones de manera eficiente y eficaz, los profesionales del sector logístico requieren una formación integral que abarque los diversos aspectos que componen el comercio internacional. Es imprescindible que perciban la operación de comercio internacional, tal como lo visionan los compradores y vendedores.
La formación no debe limitarse a los aspectos logísticos del transporte y almacenamiento de mercancías. Es fundamental que los trabajadores del sector comprendan la operativa internacional en su conjunto, y siempre desde la perspectiva del comprador y del vendedor. Esto implica:
Toda operación surge de un contrato de compraventa internacional de mercancías entre vendedor y comprador, del cual derivan una serie de derechos, obligaciones y responsabilidades. Es necesario profundizar en las Reglas Incoterms® como base central de la relación entre vendedor y comprador, así como en el concepto de entrega como transmisión del riesgo (de pérdida o daños causados a la mercancía), y el lugar en el que esta se produce, debidamente entendido.
Con carácter previo a la ejecución de la operación, es imperativo analizar la gestión aduanera y las implicaciones operativas y legales de esta. La correcta clasificación arancelaria es básica, así como conocer de antemano los beneficios arancelarios que compradores y vendedores pueden obtener a partir de los acuerdos de libre comercio, y el correcto uso de las áreas exentas.
La comunicación interdepartamental previa (comercial, logístico, financiero y producción) es ineludible de cara a analizar las óptimas condiciones de pago, instrumentos financieros y mecanismos de cobro, como herramientas para minimizar el riesgo comercial (impago entre otros) y financiero (país, divisa, etc.), y medir su impacto y relación con la logística.
La logística se posiciona como un eje central del comercio internacional, debiendo profundizar en el transporte internacional, seguro de la carga, cadena de suministro y economía circular, gestión de almacenes, distribución y trazabilidad de la mercancía.
Las operaciones de comercio internacional conllevan una serie de implicaciones legales. Los trabajadores del sector logístico deben conocerlas para asesorar adecuadamente a sus clientes y evitar riesgos legales.
La documentación para un solo envío puede requerir hasta 50 hojas de papel que se intercambian con hasta 30 partes interesadas diferentes. Muchos de estos documentos tienen consecuencias legales. Es necesario asesorar a compradores y vendedores dónde deben aparecer, en rol de qué, así como la correcta cumplimentación de cada uno de ellos.
Los trámites aduaneros a la exportación e importación suponen declaraciones ante las autoridades de distintos países, por lo que se debe asegurar su formalización con corrección, precisión y completud.
Las operaciones de comercio internacional suelen conllevar una serie de obligaciones y exenciones fiscales. Es necesario conocerlas y tener presentes los requisitos requeridos para aquellas.
En una coyuntura como la actual, se hace imprescindible saber qué riesgos están cubiertos y excluidos, por quién, y cómo gestionar un siniestro, con su correspondiente indemnización, con garantías de éxito.
Se deben estudiar las legislaciones y convenios internacionales aplicables a cada modo de transporte para saber, por ejemplo, a qué limitaciones de responsabilidad se pueden acoger los transportistas y porteadores, y qué plazos de reclamación aplican en casos de daños y retrasos.
El comercio internacional está experimentando una profunda transformación digital, impulsada por nuevas tecnologías y plataformas. Los profesionales del sector logístico deben adaptarse a este nuevo entorno y desarrollar las habilidades necesarias para aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización.
Los trabajadores deben comprender las tecnologías emergentes que están transformando el comercio internacional, como el blockchain, la inteligencia artificial y el internet de las cosas (IoT).
Adicionalmente, deben desarrollar habilidades en el uso de plataformas digitales para la gestión de la cadena de suministro, el seguimiento de envíos y la comunicación con clientes y proveedores.
La transformación digital exige un enfoque flexible y adaptable, por lo que también deben desarrollar habilidades de pensamiento crítico para evaluar nuevas tecnologías y oportunidades, y estar dispuestos a aprender y adaptarse.
Es necesario comprender los modelos de negocio emergentes en el comercio internacional, derivados de la digitalización (de procesos, documentos y datos), como el comercio electrónico transfronterizo y las cadenas de suministro globales digitalizadas.
Solo partiendo de la visión que vendedores y compradores tienen de la operativa de comercio internacional podrán los operadores logísticos dar un servicio adecuado. Recordemos que comprador y vendedor son los principales intervinientes de una transacción de comercio internacional, y son los clientes finales de la operación. En consecuencia, la formación experta, práctica y actualizada, como la ofrecida por INCOTRANS Academy, para los diferentes eslabones de la cadena logística internacional se presenta como una necesidad indispensable para mantener la competitividad de las empresas en el mercado global.