Reflex Logistics Solutions by Hardis Group, empresa de software y servicios para la optimización de la supply chain, firma un acuerdo de colaboración con Digilo GmbH, distribuidor de la solución Scanless Dock Control, que controla en tiempo real la carga de los camiones en los muelles del almacén mediante la tecnología iBeacon.
MADRID. Esta solución, ganadora del premio a la innovación en la Transport & Logistics Innovation Week de 2019, está integrada de forma nativa desde hace más de dos años en el software de gestión de almacén Reflex WMS, a través del módulo Epyo. La aplicación, que hasta ahora solo gozaba de un servicio de soporte parcial fuera de Francia, podrá implementarse en toda Europa gracias a la asociación con Digilo.
“Scanless Dock Control elimina por completo el riesgo de errores: ningún camión puede salir del almacén sin su carga íntegra y es imposible cargar un palet en un camión que no le corresponda. Y además, los operarios ganan en ergonomía e incrementan su productividad“, explica Nicolas Lassal, CEO de Digilo GmbH.
La solución Scanless Dock Control se basa en la innovadora y económica tecnología iBeacon: se instalan dos balizas Bluetooth Low Energy (BLE) una frente a la otra a cada lado de las puertas de los muelles. Dichas balizas emiten señales Bluetooth precisas, que los terminales móviles de los operarios reciben y analizan en tiempo real.
Una vez que el operario ha escaneado el palet que debe cargarse en el camión, la carga se valida automáticamente cuando el terminal utilizado para escanearlo cruza la puerta de muelle correcta. La confirmación de carga se recibe en Reflex WMS al instante. Por el contrario, si el palet no cruza la puerta correcta, la carga no se valida y el operador no puede escanear otro palet hasta que no se realice la operación prevista.
Más de 20 almacenes
Scanless Dock Control ya se ha desplegado en más de 20 almacenes y 500 muelles. La tecnología iBeacon no requiere una gran inversión ni para su adquisición ni para su mantenimiento, ni tampoco modificaciones mayores ni en la infraestructura del edificio o ni el sistema informático. Todo esto, sumado a la eliminación de los errores de carga tras la implantación de la solución y, por lo tanto, de los recargos y sobrecostes de transporte asociados a dichos fallos, hacen que las empresas constaten un retorno de la inversión en un plazo de solo tres a seis meses de media.