En el debate moderado por la directora de España en la Cámara de Comercio Británica en España, Eva Prada, participó también el gerente de Comercio Internacional, Aduanas e Impuestos Especiales en KPMG, Xavier Just.
Durante la sesión, los participantes analizaron las consecuencias que tendrá el Brexit en el sector logístico, partiendo de la base de que “en cuanto se haga efectivo, Reino Unido pasará a ser un tercer país y, por lo tanto, se producirá un cambio significativo de operativa en el transporte de mercancías”, detalló Eva Prada.
Trámites y colas
“Estamos ante un cambio de paradigma”, agregó Xavier Just y detalló que, el Brexit exigirá, por ejemplo, la “necesidad” de presentar una declaración de exportación ante aduana española para después hacer una declaración de importación en la aduana británica.
“No solo se deberá preparar la declaración en sí, si no que además habrá que aportar toda la documentación de soporte como pueden ser: documentos de transporte, documentos que indiquen valor de mercancías o certificaciones fitosanitarias en el caso de la fruta o los medicamentos, entre otros”.
Todos estos trámites, sumados de los controles de la Aduana, “pueden conllevar retrasos en aduanas de una media de 2 días”. Por otra parte, el Gobierno británico estima un aumento de 250 millones de declaraciones a tramitar por la aduana británica en un periodo de un año. “Ello requerirá contratar más personal administrativo en aduana y contar con más capacidad de transporte”, agregó Just.
“En cuanto se haga efectiva su salida, Reino Unido pasará a ser un tercer país y, por lo tanto, se producirá un cambio significativo en el transporte de mercancías”
Acuerdo/No acuerdoPor su parte, Emili Sanz, destacó que existe una diferencia significativa entre que se establezca un acuerdo preferencial y que se lleve a cabo una salida de Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo. En este sentido, “el acuerdo preferencial permitiría reducir, incluso eliminar, algunos aranceles”, apuntó Sanz.
Aunque a este respecto, cabe tener en cuenta que “únicamente se permitiría aplicar la política de cero aranceles a la mercancía de origen británico y no a la que mueve Reino Unido y ha sido previamente importada de otros países”. Así, “hay que tener claro que la mercancía no pierde nunca su origen”, agregó Sanz.
No obstante, el presidente de ATEIA-OLTRA Barcelona confía en que “si la Unión Europea ha alcanzado acuerdo de libre comercio con países como Japón o Vietnam, igualmente puede llegar a acuerdos de libre comercio con Reino Unido, tras su salida de la comunidad”.
“Lo que está claro es que seguirá existiendo relación comercial entre España y Reino Unido, puesto que la británica es una economía muy importante para nuestro país”, concluyó el gerente de Comercio Internacional, Aduanas e Impuestos Especiales en KPMG.
Xavier Just, gerente de Comercio Internacional, Aduanas e Impuestos Especiales en KPMG. Foto A.Tejera. Emili Sanz, presidente ATEIA-OLTRA Barcelona. Foto A.Tejera. Impacto del Brexit en la logística EN CIFRASAunque no existe una estimación especifica de lo que supondrá el Brexit para la actividad logística española, detalló Xavier Just, “podemos hacerlos una ligera idea de su repercusión observando los siguientes datos”:
1. Reino Unido es el cuarto país de destino de las mercancías que salen de España, en cuanto a volumen de toneladas.
2. La mitad de este transporte se efectúa en barco y la otra mitad por carretera.
3. Dos tercios de las exportaciones de España a Reino Unido corresponden a bienes de equipo, automóvil y sector alimentario.
4. La mitad del transporte por carretera son alimentos y bebidas y la mayor parte de éste, son frutas y hortalizas.
5. El 23% de las exportaciones de automóvil españolas van a Reino Unido.
Esto significa que, por una parte, “se mueve un gran volumen de productos perecederos para los que un retraso de dos días en la aduana, puede ser muy perjudicial”, apuntó Just. Por otra parte, los retrasos en aduana de piezas para la fabricación de automóviles, pueden impactar “significativamente” en la cadena de producción y, con ello, a las exportaciones.
Además, Xavier Just agregó que “cabe tener en cuenta el impacto del Brexit en otros sectores relacionados con la logística”, como: el incremento de aranceles o la regulación para el comercio de medicamentos o productos químicos. En este sentido, “el impacto arancelario puede desembocar en una pérdida de competitividad para las empresas, puesto que estos gastos se suman al precio final del producto”.