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La era de la digitalización ha impulsado una transformación en los hábitos sociales, económicos y también de consumo. Esta revolución, trasladada al ámbito industrial, ha provocado que las cadenas de suministro hayan de comprometerse a la adaptación de los cambios de mercado, de manera que puedan ofrecer servicios integrales y cadenas fluidas alineadas a las tendencias de los consumidores. La comprensión e implantación de nuevas tecnologías, así como de procesos automatizados sostenibles e innovadores, tendrán un papel protagónico en la formación académica de los futuros profesionales para esta nueva gestión del transporte y la logística.
El crecimiento exponencial del e-commerce sumado a esta globalización continua, genera gran complejidad para llevar a cabo operaciones logísticas eficientes y ágiles. Un paisaje que coloca sobre la mesa diferentes desafíos como la gestión de la cadena de frío, la última milla o la seguridad cibernética. Todo ello en un entorno empresarial cada vez más competitivo y volátil que evoluciona de manera constante y con gran rapidez.
La inteligencia artificial, el internet de las cosas (IoT) y la analítica de datos están revolucionando la manera en la que recopilamos, analizamos y utilizamos la información en áreas clave como el almacenaje, distribución y la cadena de suministro. Integrar estas tecnologías emergentes, que ya están definiendo el futuro de la logística, y aproximar su comprensión a través de los planes de estudio, facilitará su aprovechamiento para optimizar la eficiencia operativa y tomar decisiones informadas en tiempo real, lo que conducirá a una gestión más eficaz y rentable en las operaciones logísticas.
Introducir prácticas más sostenibles que ayuden a reducir considerablemente la huella de carbono es otra de las grandes asignaturas pendientes del sector. Se requieren perfiles profesionales capaces de planificar y establecer estrategias en transporte y logística verde que minimicen el impacto ambiental pero que, a su vez, no comprometan la eficiencia operativa. Instituciones educativas como Florida Universitària ya están relacionando el aumento de la conciencia ambiental con los planes formativos, ayudando así a entrenar la mirada del alumnado como agente del cambio para que puedan diseñar y ejecutar soluciones acordes a las actuales y futuras regulaciones.
Como centro de enseñanza superior, tenemos la responsabilidad de adaptarnos a estas nuevas realidades y ofrecer experiencias educativas actualizadas que sean un reflejo de las tendencias, necesidades y demandas del mercado. La relación con el sector, con las entidades, empresas y organizaciones que lo conforman, ha de estar implícito. Las empresas proporcionan información valiosa sobre las habilidades y competencias que demandan en sus empleados, manteniéndose en un diálogo constante que ayuda a definir formaciones adaptadas y realistas. Una colaboración capaz de dar respuesta a su situación actual y elaborar una visión de futuro en conjunto.
Esto permite la planificación de contenidos especializados y abre la puerta a un aprendizaje vivencial para que los estudiantes adquieran experiencia a través de la práctica. Una posibilidad que también facilita que se sientan partícipes de iniciativas y proyectos reales que trascienden del aula, para que generen sus primeros impactos en el ámbito de la logística y la mejora de la movilidad urbana.
Por otro lado, el ritmo acelerado de transformación, crecimiento e innovación tecnológica del sector logístico nos está conduciendo a otra realidad: la del aprendizaje continuo. La formación ya no entiende de etapas finales, sino que se comprende como un proceso continuo a lo largo de la trayectoria profesional, en diferentes formatos. La participación en programas de formación continua, así como la asistencia a conferencias y seminarios de la industria, además de los ya existentes recursos en línea, ofrecen una variada gama de experiencias que complementarán la formación de estos profesionales, y que les otorgará mayor entendimiento de los cambios que se presentarán en el panorama empresarial, fomentando su capacitación y desarrollo.
El futuro de la formación en la gestión del transporte y la logística se perfila hacia una perspectiva para la que la tecnología, la responsabilidad social y ambiental, y la adaptabilidad serán elementos fundamentales. Para este fin, será esencial dotarlos de las habilidades y los conocimientos adecuados para enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades de un entorno empresarial que presenta un futuro complejo, pero muy dinámico. La sinergia entre una educación actualizada, la colaboración con la empresa y el aprendizaje continuo será la base principal para preparar a las futuras generaciones, de manera que puedan contribuir y liderar el crecimiento y desarrollo de una logística ágil, digitalizada y sostenible.