No son pocos los retos a los que deben hacer frente los agentes y representantes aduaneros. La modificación del CAU y la situación que atraviesan los profesionales de Ceuta, Melilla y Algeciras siguen siendo problemas a los que dar solución.
Valencia. Todas estas cuestiones, además de la complicada coyuntura internacional, van a quedar reflejadas en el XX Foro Aduanero, que se celebra en Málaga. Diario del Puerto entrevista a Antonio Llobet, presidente del Consejo General de Colegios de Agentes de Aduanas, para conocer cómo afronta la profesión su presente y futuro.
La primera pregunta es obligada. ¿Cómo llega usted a la XX edición del Foro Aduanero?
Es un honor y una responsabilidad significativa. Nos hemos centrado en la innovación, la colaboración y la excelencia para asegurar un evento enriquecedor y productivo. Hemos trabajado con expertos y líderes del sector para diseñar un programa que aborde los temas más relevantes. Estamos muy contentos por la asistencia que va a tener y pensamos que será una plataforma valiosa para el intercambio de conocimientos, el networking y el desarrollo profesional.
¿Cuál es la incidencia de la situación geopolítica actual en el trabajo de los agentes y representantes aduaneros?
Debemos ajustarnos constantemente a nuevos acuerdos comerciales y cambios en aranceles. Esto requiere mantenerse informados sobre las actualizaciones legislativas y políticas para asegurar el cumplimiento y eficiencia en nuestras operaciones. Las decisiones políticas tienen un impacto directo en las operaciones aduaneras. Los agentes de aduanas estamos operando en un entorno altamente dinámico y complejo.
Entremos en temas más concretos. ¿En qué situación se encuentran los profesionales aduaneros de Ceuta y Melilla?
La situación con Marruecos sigue igual, frontera terrestre cerrada a cal y canto. La situación de los profesionales de Ceuta y Melilla es crítica, ya que su actividad ha quedado limitada simplemente a los despachos de mercancías de origen nacional y abastecimiento de la ciudad.
¿Cómo les afecta esta situación?
Las estructuras de todas la Agencias de Aduanas establecidas en Ceuta y Melilla estaban enfocadas en un 80% hacia el tráfico comercial con Marruecos. La actividad del sector a raíz del cierre de la frontera se ha reducido drásticamente en un 80%, ocasionando el cierre de agencias de aduanas y el despido de aproximadamente más de 100 trabajadores. A esto hay que añadir el cese de actividad con Melilla de navieras como MSC y Maersk, que implica también el despido de 60 trabajadores. Después de cuatro años de cierre no vislumbramos ninguna solución a corto y medio plazo.
“Si no hay aduana entre España y Gibraltar se cierran todas las agencias de aduanas de Algeciras relacionadas con el bunkering y aprovisionamiento de buques”
¿Cómo valora el papel que ha jugado el Gobierno en este caso?
Entendemos el Gobierno de España no ha sabido exigir a Marruecos el compromiso adquirido en el año 2022 de formalizar la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla. Esta última estaba en funcionamiento desde hace 50 años y no ha sabido exigir a Marruecos el Régimen de Viajeros.
Los profesionales de Algeciras tampoco atraviesan su mejor momento. ¿En qué momento se encuentran las negociaciones entre España y Reino Unido por el futuro estatus de Gibraltar?
Nuestros colegas de La línea dejarían de realizar muchos servicios que ofrecen hoy en día como el posible cambio de bunkering y suministros y pertrechos a los buques, ya que estos servicios pueden quedar en manos directas de Gibraltar. Nadie sabe qué acuerdo se alcanzará. Si no hay aduana entre España y Gibraltar se cierran todas las agencias de aduanas relacionadas con esta actividad.
La modificación del CAU mantiene en tensión al sector. ¿Se ha abierto la CE a modificar los aspectos más lesivos de la profesión?
Estamos trabajando con CONFIAD y CLECAT para que las cuestiones más lesivas para el sector aduanero puedan ser escuchadas y enmendadas. No obstante, pensamos que no debemos delegar toda la responsabilidad en nuestros socios internacionales y que, con acciones concretas, el Consejo debería estar presente interactuando con los diferentes estamentos.
“Estamos trabajando para que el OEA de simplificaciones aduaneras pueda convivir junto con la nueva figura Trust and Check”
El sector aboga por la coexistencia del OEA con el Trust & Check habida cuenta del esfuerzo inversor realizado en recursos humanos y materiales. Eso es lo que propuso en el seno del Comité IMCO, aunque el sentido de la votación fue adverso. ¿Qué consecuencias tendría el mantenimiento de la propuesta actual de la CE?
Estamos trabajando para que el OEA de Simplificaciones Aduaneras pueda convivir junto con la nueva figura Trust and Check. De lo contrario, dejaríamos de tener las simplificaciones que hasta la fecha da la certificación y al no asumir el trust and check por su complejidad y desproporcionada responsabilidad que acarrea, volveríamos a presentar nuestras declaraciones, si es que se mantienen, con filtros de riesgos que retrasarían el despacho de aduanas. Creemos que el Trust And Check está diseñado para megaempresas y visto el contenido lo identificamos claramente con el Procedimiento de Domiciliación. Este procedimiento existe desde hace años y hemos comprobado que para una pequeña y mediana empresa no es atractivo.
Otra de sus reivindicaciones sobre la reforma del CAU es el poco reflejo de la formación en el texto. ¿Por qué es tan importante?
Para garantizar la correcta aplicación de las normativas aduaneras, evitar errores y mejorar la eficiencia en los procesos aduaneros. La falta de formación puede llevar a interpretaciones erróneas de la normativa, sanciones y pérdidas. No entendemos que no se regule a nivel Unión Europea los conocimientos que se deben tener para poder presentar declaraciones aduaneras.
“El Trust And Check está diseñado para megaempresas y lo identificamos claramente con el Procedimiento de Domiciliación. Hemos comprobado que para una pequeña y mediana empresa no es atractivo”
Desde el CGAA creen que la puesta en marcha del Centro de Aduanero de Datos puede ser positiva, aunque temen que pueda suponer que la declaración aduanera pueda hacerse sin necesidad de los profesionales.
El que no exista una declaración aduanera implica pérdida de valor de nuestra profesión y perjudica a las empresas. Las declaraciones aduaneras son cruciales para el control de mercancías peligrosas, productos falsificados, bienes de interés cultural, y e infinidad de controles que son necesarios para que las mercancías lleguen a los consumidores cumpliendo todas las normativas. Eliminando las declaraciones aduaneras se podría facilitar el contrabando y el fraude fiscal. Se pierde trazabilidad y transparencia.
Por tanto, quien mejor que nosotros para garantizar que los productos importados y exportados cumplan con todos los requisitos normativos establecidos.
“Siempre estaremos en la lucha contra el fraude”
¿Cuál es la valoración del Consejo General de Agentes de Aduanas sobre el Plan Estratégico de la Agencia Tributaria 2024-2027?
Positiva, por su enfoque integral y adaptativo a las demandas del entorno económico y tecnológico actual. Este plan busca optimizar los procesos de control aduanero, mejorar la calidad del despacho aduanero y fortalecer la cooperación internacional en el marco de la Unión Europea. También enfatiza en la necesidad de formar continuamente a los funcionarios y mejorar las herramientas informáticas. Pero el plan sobre todo se centra en la prevención del fraude y el fomento del cumplimiento voluntario mediante la información y asistencia a los contribuyentes, así como la implementación de medidas para detectar y corregir incumplimientos fiscales y aduaneros. Siempre estaremos alineados en la lucha contra el fraude y el contrabando.
Mecanismo de ajuste en frontera del carbono
El Mecanismo de Ajuste en Frontera del Carbono (Carbon Border Adjustment Mechanism, CBAM) es una iniciativa de la Unión Europea (UE) destinada a evitar la “fuga de carbono” y garantizar que los productos importados en la UE cumplan con los mismos estándares ambientales que los productos fabricados en su territorio. Entró en vigor en una fase piloto en octubre de 2023. Obliga a los importadores de productos como hierro, acero, cemento, fertilizantes, aluminio y electricidad a reportar las emisiones de carbono asociadas con la producción de estos bienes. Con el tiempo, se espera que el CBAM abarque más sectores y productos. Su aplicación está prevista para 2026. Antonio Llobet denuncia que el rol de los profesionales aduaneros privados es “desproporcionado”, ya que “tenemos la posibilidad de comprar estos certificados en nombre de nuestros clientes, pero nuestra responsabilidad en la gestión de este es solidaria y por tanto nada atractiva para la profesión”.