35 años de historia dan para multitud de curiosidades y anécdotas. Operativas espectaculares, como piezas de puentes o estructuras metálicas para estaciones petrolíferas, han pasado por las manos de Sevitrade. Pero también otras como vino, semillas de algodón o adoquines.
“Si tuviésemos que contar una anécdota”, afirma Francisco García Campos, presidente de la empresa, “sería cómo Sevitrade reparó el ‘hermano menor’ del buque escuela ‘Juan Sebastián Elcano’: el ‘Galatea’”.
“Yo ya había reflotado dicho buque de la Armada cuando estuvo abandonado en el Puerto de Sevilla mientras tenía el desguace naval, pero, en 1993, ya con Sevitrade funcionando, Capitanía me encargó los trabajos de estanqueidad para preparar su salida del Guadalquivir”, rememora el presidente. El buque, antaño mercante botado en 1896 en Escocia, había sido comprado a la Armada en pública subasta por una asociación de Glasgow que se lo quería llevar y restaurar para convertirlo en un museo.
“Una vez que el proyecto de atracarlo junto a la torre del Oro fracasó, salió a subasta, fue adquirido por los escoceses y Sevitrade reparó el buque y lo preparó para tan larga travesía hasta el mar del Norte, porque en los comienzos teníamos que hacer de todo para hacer caja”, confiesa Francisco García Campos.
“Fue una lástima que especialmente Sevilla y España no hiciesen nada por mantener el ‘Galatea’ en manos españolas. Ahora la hermosa bricbarca luce restaurada en el río Clyde, como reclamo turístico de dicho puerto”, concluye.