Óscar Pernía: Tendencias de la innovación aplicada a la logística y movilidad
El termino digitalización ha inundado los planes estratégicos y las conversaciones cotidianas en nuestros puertos, con referencias continuadas a otros sectores en los que la tecnología se ha aplicado de forma más generalizada y amplia, llegando a transformar el modo en que los distintos agentes operan y llevan a cabo su negocio.
En una industria tan tradicional como la nuestra, el término digitalización aún despierta preguntas muy básicas como ¿Qué es realmente la digitalización? y una vez entendido y conscientes de la urgencia y su inevitabilidad, ¿por dónde empezar?
¿Qué es la digitalización?
La digitalización implica la orientación de las operaciones y el negocio a los procesos, y como parte de ese giro, la definición de los mismos en base a los datos y la conexión entre procesos a través de interfaces entre sistemas (APIs); por último, un aspecto fundamental es el establecimiento de prácticas de mejora continua y optimización para mejorar parámetros de eficiencia, seguridad, sostenibilidad y resiliencia en las cadenas de valor asociadas a dichos procesos.
Dicho esto, sobre esos componentes básicos de procesos, datos, conectividad y optimización, cualquier plan de digitalización necesita establecer programas multidimensionales e integrados entre las distintas áreas funcionales – ya que transformar la parte operativa sin su correspondiente parte financiera, administrativa o documental producirá resultados de transformación sesgados, o incluso contraproducentes-.
El termino estandarización también se viene utilizando de forma integral con la digitalización, siendo su aplicación no trivial y de hecho muy complicada en una industria fragmentada como la nuestra, por el modo tan distinto en que los puertos funcionan según las regulaciones regionales (e.g. US vs EU) y nacionales, en practicas simples como los intercambios EDI o por las distintas prácticas y por tantos procesos en las formas de hacer negocio y de operar por parte de las líneas navieras:
- La analogía con Internet y el modelo OSI es siempre relevante para nuestra industria. Internet proporciona una calidad de servicio adaptada en cada momento a la utilización que el usuario hace de la red: ya sea para enviar un email, realizar una llamada telefónica o visualizar una película en HD,
- El modelo OSI definido en los 80s estableció un modelo de capas que estructura y estandariza desde la capa física de conexión hasta la capa de aplicación, pasando por capas de enlace, red, transporte y sesión para asegurar que los distintos servicios conectados disponen de los parámetros de rendimiento, fiabilidad y calidad necesarios.
Nuestra Industria carece de un planteamiento sistemático y estándar para dichas capas, y la digitalización y estandarización pretenden llevar a cabo una estructuración en los procesos, datos y sistemas para que el núcleo de transformación del modo en que trabajamos pueda finalmente evolucionar a una industria del siglo XXI -de forma similar a Internet y OSI para la telecomunicación-.
Áreas Básicas de Acción
La digitalización implica programas y no proyectos desacoplados de tecnología, en muchas ocasiones planteados como una iniciativa de los departamentos de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). El resultado es muy limitado y la expectativa creada frustrante. A continuación se describen las principales áreas de acción que los planes integrales de digitalización en nuestra Industria están enfocando:
1. La (Re) Ingeniería de Procesos
Los esquemas de potenciación de la excelencia operativa requieren de un replanteamiento de las cadenas de valor, empoderamiento del valor añadido y eliminación de la ineficiencia (‘waste’): esta reingeniería de procesos persigue además una orientación innovadora al cliente para mejorar el servicio existente e innovar creando nuevos servicios que se apoyan en la digitalización.
En esto, y con la integración vertical de grandes grupos navieros como elemento catalizador: se están llevando a cabo multitud de proyectos en torno a evolucionar y uniformizar el modo de trabajo (‘way of working’) lo cual conlleva la conexión interdepartamental en cuanto a objetivos y métricas, y una especificación de los resultados esperados y los cambios a introducir.
2. Los Modelos de Datos y Modernización
La infraestructura TIC en Puertos se está viendo impulsada por el estado-del-arte de las tecnologías: como la evolución a LTE/5G en las comunicaciones inalámbricas o las posibilidades de servicios de conectividad por parte de la Computación en la Nube, resultan en una modernización tecnológica en Puertos que habilitará evolución y nuevas oportunidades de colaboración e integración.
En este camino la ingeniería de datos estructura la nomenclatura y terminología asociada a los datos y su reflejo en las bases de datos de los sistemas como PCS, TOS o ERP para habilitar un “lenguaje común” entre aplicaciones y la sistematización de la reingeniería de procesos, haciendo tangible la transparencia y colaboración que se está demandando con pasos concretos y reales.
3. La Interoperatividad entre Plataformas
La ingeniería de Sistemas es clave para la evolución de otras industrias como la aeroportuaria o el automóvil, en su transformación a ser más seguras en al caso de aeropuertos o más automatizadas en el caso de la fabricación de vehículos. La aplicación de conceptos básicos para integrar sistemas ha sido clave en ellas, en nuestra Industria es más complicado y no poseemos mejores prácticas.
Por otro lado, la evolución a plataformas, a veces sin función bien definida introduce una adicional complejidad en el ecosistema tecnológico del Puerto. Siendo una plataforma un clúster de procesos, la interoperatividad entre las mismas será clave: estas complementarán a los sistemas existentes, que también necesitarán evolucionar, tanto a nivel tecnológico como funcional.
4. La Analítica Prescriptiva y Optimización
La gestión por métricas y la inteligencia de negocio (BI) asociada a la implementación de aplicaciones está ya consolidada, así como las decisiones en base a indicadores (KPIs) y cuadros de mando (BSC) asociados. Sobre esa base la digitalización debe permitir el análisis preciso de las causas asociadas a ineficiencias y recomendaciones que permitan optimizar de forma efectiva.
Para ello, la preparación de las estructuras de datos en las empresas para permitir una inteligencia integral y prescriptiva necesita aplicar ingeniería de datos, que no está solo en medir KPIs sino en ingestar, persistir, conectar y preparar los datos para que los algoritmos puedan hacer su función, y resuelvan necesidades como la de integrar los KPIs que midan nuestro impacto en la huella de carbono, permitiendo la conexión entre dominios de decisión asociados.
El impacto de Tecnologías Exponenciales
Como en cualquier transformación, con la digitalización necesitará remarcarse que la tecnología tiene que ser un medio y no un fin: desafortunadamente tenemos demasiada expectativa al respecto de lo que ambas harán por nuestra Industria, especialmente en un sector tan duro.
Partiendo de la necesaria conexión de dominios de decisión para habilitar servicios logísticos “End-To-End”, la digitalización necesitará disponer tecnologías que alumbren los agujeros negros de incertidumbre y trazabilidad existentes en la cadena logístico-portuaria. Y en este camino la base de procesos, datos y sistemas por parte de la digitalización hará uso de la inteligencia artificial para explotar las oportunidades que las capacidades de esta tecnología habilitarán.
La Inteligencia Artificial posee dos capacidades de base que aplican a nuestra Industria logística-portuaria, y que conceptualmente se pueden explicar de forma muy simple:
(1) Aprender del pasado: siendo nuestra industria de patrones repetitivos y de establecimiento de estrategias basadas en la experiencia (conocimiento de que funcionó bien pero también que funcionó mal).
(2) Predecir el futuro: de una forma fiable y precisa, anticipando contingencias, pero también oportunidades de optimización. Además, utilizando los datos que persisten cuando ejecutamos nuestros procesos (“system-of-record”).
Y estas capacidades, cuando la infraestructura digital de datos sea la adecuada, harán la planificación más flexible y la ejecución más robusta: la consecuencia de esto será la excelencia operativa en Puertos: complementando y asistiendo al humano, no reemplazándolo, desplazándolo a funciones que sean más de valor y también menos estresantes.
Además, haciendo de los Puertos elementos catalizadores de eficiencia operativa y energética, y haciendo predecible su impacto en las cadenas de suministro que los utilizan como nodos logísticos, nunca más opacos pero sensitivos, más transparentes y resilientes.
La Inteligencia Artificial precisará además la implementación de otras tecnologías exponenciales como pueden ser, entre otras:
- el Internet de las Cosas (IOT) que generará datos desde los activos y dispositivos que a día de hoy sirven como simples elementos de monitoreo (y esto abarcará sensores en boyas, cámaras en drones o dispositivos de trazabilidad en camiones);
- el Big Data para disponer de cantidades, estructuras y calidades adecuadas para los algoritmos y para la gestión de las cantidades masivas de datos asociadas;
- el Gemelo Digital que permitirá la visualización de los datos de forma intuitiva y georreferenciada, así como la asistencia a los procesos operativos o administrativos con alertas y/o acciones automáticas que lleven los centros de control al usuario.
Finalmente, el poder transformador de la Inteligencia Artificial estará en ser capaz de disponer capas de inteligencia de forma inclusiva y “encima” de todo el eco-sistema existente: transformando el modo en el que se trabaja pero empoderando al usuario de los sistemas para ser más proactivo y disponer de un mejor control (y menor estrés): con parámetros de eficiencia que se puedan medir, trazar y optimizar.
Conclusiones
En este artículo se ha tratado de definir de forma simple la digitalización en su aplicación a la cadena logística-portuaria y hemos descrito algunas líneas básicas a nivel de procesos, a nivel datos, a nivel de sistemas, a nivel de interoperatividad y a nivel de capacidades analíticas que necesitarán ser aplicadas – la traslación de estas líneas de acción a las organizaciones y a la formación-, las cuales serán clave para facilitar que la digitalización lleve a cabo el impacto esperado: entendiendo que será gradual y que no cambiará todo de un día a otro (y que la perseverancia será clave).
Algo que no hemos enfatizado suficiente y que será clave es la intersección entre digitalización y descarbonización: los objetivos de la descarbonización en Puertos a día de hoy pueden considerarse utópicos pero necesarios, y deben ser absoluta prioridad. El disponer de una planificación más predecible y una ejecución más controlada en las operaciones será clave para ello. La digitalización conectará operaciones y sostenibilidad, permitiendo una monitorización proactiva y a priori de los parámetros de eficiencia energética y mecanismos de retroalimentación para su efectiva optimización, también para la combinación de distintas fuentes de energía que será necesaria.
Cualquier transformación comienza y termina en las personas: en una industria portuaria cada vez más conectada y dinámica, los procesos necesitan ser redefinidos para un aprovechamiento efectivo de la tecnología y los sistemas. Las organizaciones necesitarán transformarse y orientarse también a una innovación aplicada que recicle al personal existente y atraiga y retenga a nuestro sector a las nuevas generaciones – resolver los problemas de forma colaborativa entre actores de la cadena logística-portuaria y prototipar y probar nuevos planteamientos.
Hemos esbozado también el papel de las tecnologías exponenciales, aquellas que se beneficiarán de la base establecida por la digitalización para, de forma tangible, transformar el modo en el que trabajamos: la Inteligencia Artificial y sus capacidades teóricas desde hace décadas finalmente han encontrado la potencia de computación, la conectividad y esperemos que los datos en Puertos para realmente crear un potencial de transformación de una dimensión igual de relevante a lo que fue la introducción del contenedor por parte de Malcom McLean, en 1956.
Finalmente, para los Puertos, necesitan tomar el liderazgo para catalizar y gestionar el cambio. Siendo los elementos conductores tanto en digitalización como en descarbonización las transformaciones tanto a nivel de línea naviera como de operadores de terminal – las autoridades portuarias tendrán que realizar planteamientos integrales y consecuentes, no solo en referencia a dichos actores y clientes, pero también con respecto a todo lo que está sucediendo en la cadena de suministro a nivel global: el impacto disruptor del e-commerce y de actores relacionados como Amazon o Tesla en la ejecución de las mismas, o Tesla o Inditex en el planteamiento más autónomo y controlado de todos los aspectos de su red de manufactura y logística.
Aunque no estamos más que empezando, el horizonte que abre la digitalización es algo que cada Puerto tendrá que tomar muy en serio como pilar para garantizar su futuro.