Ya son muchos años hablando del OEA y la importancia que esta figura tiene dentro de la seguridad entre todos y cada uno de los miembros de la cadena logística internacional. Este Dossier es buena prueba de ello, pero también, junto a esta rotunda afirmación, de mi propia cosecha y que plasmo un año más aquí, sin dejar de agradecer la confianza depositada en mi persona para poder hacerlo, quiero también poner, una vez mas de manifiesto, que es labor complicada hacer entender a la pyme que el OEA es sinónimo de seguridad y compromiso.
Si nos remontamos al 2005 y a las primeras sesiones celebradas en Bruselas, por los directores generales de Aduana en representación de distintos miembros de la OMA para adoptar una normativa internacional (Marco Normativo SAFE) y cuya finalidad se centraba, primordialmente, en desarrollar un instrumento uniforme, con un nuevo enfoque sobre la gestión del tráfico mundial para todo el comercio de mercancías entre fronteras y claro, sin perder de vista que el reconocimiento a la vinculación y cooperación entre las aduanas y las empresas debía de ser un pilar fundamental, a día de hoy, se ha conseguido un amplio desarrollo teórico para asegurar y facilitar el comercio internacional, labor complicada en la actualidad.
En sesiones posteriores a ese 2005, se seguían marcando pautas para el control y seguimiento de la carga, sobre los distintos riesgos en la gestión aduanera, la creciente modalidad de venta online y otros objetivos que, sin llegar a ser responsabilidad directa de las aduanas, si se tenían que convertir en objetivos primordiales para el control de los nuevos escenarios que se diseñaban dentro del comercio internacional.
Esta nueva normativa pretende enfocar las funciones de las aduanas del siglo XXI en propósitos tan diversos como la protección del medio ambiente, los intereses del consumidor final o incluso, la tan temida como ya real “nueva pauta” de trabajo entorno a la transformación digital, desde las ventanillas únicas, la trasmisión del dato, las conexiones, entre las propias administraciones y con las empresas, en tiempo real.... y sin olvidar, claro está, los Acuerdos de Reconocimiento Mutuo, básicos para homogenizar todas estas pautas marcadas por la OMA.
El momento actual da la razón a todos y cada uno de los estudios y trabajos desarrollados para la transformación y digitalización del entorno de aduanas y coloca la figura del OEA como el coordinador principal de todos estos cambios.
Es obvio como se han desarrollado movimientos y estrategias dentro del comercio internacional, para enfocar en primera línea a las “Aduanas” como gestores de todo este nuevo paradigma y que la sostenibilidad del comercio internacional es objetivo primordial para que las empresas puedan tener relaciones comerciales sostenibles, fiables y seguras.
Podemos afirmar que la cadena de suministro internacional se enfrenta a grandes retos, y, entre ellos, el OEA ha ido tomando valor, a ritmo lento, pero, con movimientos “seguros y fiables” como se define dentro del CAU a los propios operadores económicos que llegan a obtener el estatus OEA.
Si toda esta teórica, que tan desarrollada tiene el entorno de aduanas, la empezamos a poner en práctica de forma fácil y uniforme, podremos unificar todas esas nuevas obligaciones que se marcan desde la UE como objetivo de transformación para alcanzar una economía sostenible en un mundo global.
En la actualidad, la empresa necesita reducir sus trámites administrativos, simplificar sus obligaciones y tener socios comerciales que agilicen el movimiento de sus mercancías, todo ello ventajas concretas del Operador Económico Autorizado. Para ser un referente en el entorno de aduanas y posicionarse en la incertidumbre actual del comercio internacional, el OEA puede ser el mejor compañero de viaje.