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El sector de la logística del frio europeo presenta un plan para un suministro sostenible y resiliente

  • Última actualización
    18 abril 2024 10:09

Dada su importancia en la cadena alimentaria el sector pide ser consultado ante medidas como el uso de gases fluorados; seguridad alimentaria y salud; normas medioambientales y que el coste de la energía sea asequible.

BRUSELAS · La Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (ALDEFE), junto al resto de asociaciones europeas de almacenamiento en Frio y logística presentó esta semana en Bruselas un informe dirigido a los europarlamentarios ante las próximas elecciones, en el que ponen de manifiesto que es un sector estratégico para la distribución y conservación de los alimentos y medicamentos y, en consecuencia, piden ser consultados ante medidas que directamente le afectan como el uso de gases fluorados (descarbonización): seguridad alimentaria y salud; normas medioambientales, entre otras y también demandan un coste asequible para la energía.

El informe señala que la cadena del frio es vital para el sector alimentario, que aporta 800.000 millones de euros a la economía europea; almacena y transporta anualmente 42 millones de toneladas de carne; 160 millones de toneladas de leche (queso, mantequilla y otros productos derivados); y 4,6 millones de toneladas de productos pesqueros.

“Hacemos un llamamiento a todos los candidatos que se presentan a las elecciones al Parlamento Europeo, al equipo entrante de la Comisión Europea y a los representantes nacionales que se reúnen en el Consejo Europeo para que reconozcan la importancia y el papel positivo que desempeñan las empresas de la cadena de frío en la economía y la sociedad europeas y se comprometan a trabajar con nosotros para garantizar resultados positivos para el futuro de nuestras cadenas de suministro vitales”, comentan los representantes del sector.

En el sector alimentario, la cadena de frío es la primera defensa contra el desperdicio de alimentos postcosecha, ya que garantiza que la mayor parte de los alimentos producidos lleguen a los consumidores. De este modo, se maximiza la oportunidad de reducir el desperdicio de alimentos y se reduce la carga sobre la producción agrícola y el uso de la tierra para alimentar a la creciente población europea.

En la UE, se generan casi 29 millones de toneladas de desperdicio de alimentos al año y, al mismo tiempo, más de 32 millones de personas no pueden permitirse una comida de calidad cada dos días. Los operadores de la cadena de frío han desempeñado un papel vital en el desarrollo de sistemas e iniciativas de redistribución de alimentos en toda Europa. Ayudar a garantizar que los alimentos en riesgo de desperdicio en una parte de la cadena estén disponibles para su uso es una oportunidad y una obligación importantes de todas las partes interesadas en la cadena de suministro

El éxito de la cadena de frío en Europa contrasta con el daño continuo que se observa en partes significativas del planeta, donde entre el 30 y el 70% de los alimentos nunca llegan a los consumidores, casi en su totalidad debido a la falta de una cadena de frío sólida.

Requerimiento y propuestas a los políticos

Para que la cadena del frio permita un sistema alimentario resiliente y sostenible las empresas del sector demandan ser consultadas cuando se prevean cambios en las políticas europeas.

Así, los representantes del sector aseguran que la cadena de frío es una infraestructura crítica y debe priorizarse en momentos de escasez de energía. La energía debe seguir estando disponible y siendo asequible para los usuarios de la cadena de frío. Al mismo tiempo, señalan que la descarbonización del transporte (y de la refrigeración móvil) tiene amplias implicaciones para la cadena de suministro de alimentos. Es por ello que piden que las empresas de transporte de la cadena de frío deben ser plenamente consultadas y apoyadas en todas las etapas de la transición.

Des de la asociación europea añaden que “la insuficiencia de la red energética está frenando la innovación y la inversión en la cadena de frío en toda la UE, por lo que el futuro de una red más receptiva podría ver grandes oportunidades para la respuesta de la frecuencia de la demanda en la cadena de frío”.