Transcurrido más de un mes de la declaración del estado de alarma ¿cuál es ahora mismo la situación real y concreta de las empresas de logística en España? ¿Qué grandes cambios observa en el sector logístico?
La actividad de nuestras empresas se ha visto resentida, al igual que el resto de la economía del país. La actividad logística se ha reducido prácticamente la mitad, un 52% aproximadamente.
Aún así, se están produciendo algunas novedades muy interesantes, como el crecimiento en el nivel de maduración de la relación de los ciudadanos con el comercio electrónico.
En este sentido, se han incrementado las compras online a dos niveles: en productos, cuya venta ha crecido y en nuevos consumidores, que se han incorporado al comercio electrónico por primera vez.
En cuanto a los productos que más se han gestionado durante las últimas semanas, fundamentalmente han sido la alimentación (pasta, arroces, lácteos, conservas y congelados) y por otro lado, productos de limpieza. Es muy curioso que también ha crecido el comercio electrónico de productos electrónicos, especialmente de planchas y aparatos de TV.
Por otro lado, se ha observado un descenso espectacular en el sector textil, que se ha reducido en algo más de un 82%, según nuestros datos. Por su parte, la distribución urbana de mercancías ha crecido un 20%.
¿Cree que la crisis del Covid-19 nos va a dejar un nuevo panorama logístico? ¿Qué escenario prevé para la logística dentro de un año?
Cuando pase el Covid-19, el consumidor se habrá transformado. Han surgido unos impactos que lo lógico es que tenga unos efectos cuando acabe esta situación. Los efectos, a nuestro juicio, es que este nuevo consumidor va a ser más digital, va a buscar más los ahorros en sus compras y en tercer lugar va a buscar una vida más saludable. Eso significa que se incrementará la compra de productos frescos y de productos relacionados con la higiene y la limpieza.
Esto va a tener una incidencia muy importante en los productos que vamos a gestionar a través de las cadenas de suministro. Y en eso están trabajando nuestras empresas, apoyadas en la digitalización a la que hicimos frente recientemente y que era fundamental para poder responder a la demanda tan flexible y cambiante del consumidor. Fue entonces cuando las grandes inversiones se hicieron y es ahora cuando las están rentabilizando todavía más.
Por otro lado, en cuanto al futuro panorama logístico, la realidad tras el Covid-19 es que habrá menos empresas en el mercado. La crisis se llevará a muchas por delante.
¿Y no considera que se crearán nuevas empresas?
Ojalá. Para eso, el gobierno deberá generar un clima que sea favorable para la puesta en marcha de nuevas empresas. Tiene que haber más flexibilidad laboral y menos carga fiscal. Ahí tiene una importante responsabilidad el gobierno.
Este cambio que se ha producido en el consumidor y en los productos demandados ha llevado a muchas empresas a reorientar sus procesos hacia la producción y distribución de bienes básicos.
Me parece fabulosa la extraordinaria adaptación de nuestras empresas de logística a la nueva realidad, haciendo más eficientes todos sus recursos.
Algunas empresas han mantenido su actividad, otras incluso la han incrementado; otras están a mitad de actividad y naturalmente hay otras muchas que su actividad ha descendido o desaparecido, como gran parte de la industria textil.
Esta gran adaptación de las empresas logísticas está siendo además muy bien valorada por los clientes y las empresas de gran distribución, los supermercados, los hipermercados, etcétera.
Antes ha mencionado el desarrollo de la digitalización. ¿Cree que la tecnología puede ayudar a las empresas a esta reorganización de sus cadenas de suministro?
Considero que aquellas empresas que no están digitalizadas son las que peor lo están pasando. La digitalización no es que ayude, es que es una herramienta fundamental. Sin digitalización es prácticamente imposible hacer frente a estos cambios y poderse adaptar a la situación postcovid-19.
Hay tres elementos fundamentales para hacer frente a los próximos entornos. Uno es el capital humano, otro son los procesos, que han cambiado absolutamente y en tercer lugar se encuentra la digitalización, que es simplemente una herramienta pero que, si no la tienes, no puedes cambiar procesos y adaptarte.
“El gobierno deberá generar un clima que sea favorable para la puesta en marcha de nuevas empresas”
¿A qué retos se enfrenta la logística actual?
El principal reto es hacer frente a la crisis sanitaria y después a la crisis económica, en la que estamos ya. El segundo reto es que los operadores logísticos puedan superar esta situación de crisis para ayudar a la recuperación económica del país.
Precisamente se ha puesto de manifiesto que somos muy protagonistas en esta economía. La logística puede ayudar a que las empresas sean más eficientes, optimicen mejor sus recursos y, por lo tanto, puedan generar riqueza y empleo lo antes posible. Es el gran reto que tenemos por delante y que nosotros asumimos con mucha relevancia.
¿Cuál es la lección que debe sacar el sector para poder afrontar situaciones adversas de este tipo en un futuro?
En nuestro sector se habla mucho de flujos tensos. En este sentido, hemos superado con creces los flujos tensos, que han sido incluso extremos. Y hemos ayudado de esa manera a las empresas a ser eficientes y optimizar sus recursos.
Ese es el gran valor que han obtenido los retailers de las empresas de logística. Saben que somos los expertos y que merece la pena contratar a nuestras empresas para todos estos procesos de logística y almacenaje. Aportamos valor añadido.
Otro reto es mantener ese concepto a partir del final de la crisis del covid-19: recordarles a nuestros clientes el gran valor añadido que nosotros podemos aportar a su negocio.
Por ello, es fundamental contar con flexibilidad en nuestro personal para adaptarnos a los cambios del consumidor. Tenemos que saber responder exactamente a cuándo y cómo quiere el consumidor. Por eso es importante que estemos digitalizados. Sin esta digitalización, realizar la logística predictiva es imposible.
La crisis del coronavirus está sacando a relucir la importancia de la logística como actividad esencial para la sociedad frente a otras actividades no esenciales. ¿Cree que esta crisis va a cambiar para siempre la imagen que la sociedad tiene del sector del transporte y la logística o el reconocimiento que ahora se le hace a transportistas y repartidores caerá en el olvido?
En primer lugar quiero señalar que estoy muy orgulloso de cómo se está comportando este sector en una situación que no habríamos imaginado ni en nuestros peores sueños. Y sin embargo, las empresas de logística y transporte están respondiendo con la máxima eficacia.
Sin duda, ahora se está poniendo en valor la enorme importancia de nuestras empresas que además están ayudando a que esta situación terrible sea más llevadera para toda la población. Se ha garantizado el abastecimiento y se ha ayudado a que la población se sienta mucho más tranquila y segura, a que sepa que puede quedarse en casa porque los productos llegan a sus domicilios.
Definitivamente se ha producido durante esta crisis el definitivo reconocimiento al sector pero además un reconocimiento por su aportación de eficiencia, que han conseguido hacer a las empresas más eficientes, y esto, no lo olvidemos, se traduce en mayores ahorros económicos.
EL DATO
“Las medidas han sido insuficientes y tardías”¿Considera que el Gobierno ha actuado con rapidez en esta crisis? ¿Cómo valora las medidas adoptadas por el Ministerio de Transportes en materia laboral y económica?
Las medidas han sido insuficientes y han llegado muy tarde. Ha habido un concepto inicial erróneo por parte del gobierno que es el de la hibernación. Las empresas no hibernan, forman parte de una gran red compuesta por proveedores, arrendadores y trabajadores. Las empresas son organismos vivos y no se les puede pedir una paralización repentina. Tienen clientes, proveedores, personal, competencia, impuestos exigidos…
En una situación de crisis repentina es necesario tomar medidas paliativas de forma rápida para evitar que se destruya el menor tejido productivo posible y así se elimine el menor número de empleos posibles, que es lo más importante.
El empleo es una consecuencia de la actividad económica y desgraciadamente las medidas han venido tarde, lo cual ha acarreado que muchas empresas se vean obligadas a cerrar o a despedir a sus trabajadores.
Una buena medida han sido los préstamos ICOs pero están tardando mucho en llegar, debido a los problemas administrativos; al igual que los subsidios a los trabajadores. Para nosotros es también muy importante que los trabajadores que estén en situación de ERTE tengan sus ayudas lo antes posible.
Por otro lado, hay otro concepto que ha surgido ahora que es el de la comisión de reconstrucción. Está muy bien pero antes de reconstruir nada, hay que intentar que no se destruya. Para evitar esta destrucción hay que agilizar los ERTEs, eliminar obstáculos y poner más liquidez de forma más rápida a disposición de las empresas. Lo más importante es no destruir empleo y para ello hay que evitar el cierre de éstas.
Por último, ayudaría en gran medida que se eliminaran impuestos. No es lógico que las empresas tengan que seguir pagando los mismos impuestos cuando han reducido en gran medida su actividad.
¿Qué medidas concretas defienden desde UNO?
Estamos trabajando en tres o cuatro medidas que vamos a solicitar al gobierno próximamente en materia de ERTEs para hacerlos mucho más rápidos y evitar de esa forma que se destruya más empleo.
Y en el ámbito del transporte, ¿cree que las medidas adoptadas por el gobierno han sido las adecuadas para garantizar la cadena de abastecimiento y la actividad esencial del transporte de mercancías?
En líneas generales sí se ha facilitado la labor. Lo importante es que no se han parado las cadenas de suministro y en ese sentido sí se han tomado medias que son interesantes aunque un poco tarde, teniendo en cuenta el enorme tamaño de la crisis. Estas medidas se deberían haber tomado un poco antes para tranquilizar al sector y evitar la confusión y la incertidumbre jurídica.
Todo el equipo de UNO, incluido su presidente, colaboró en la distribución de las mascarillas. “Mantenemos una línea abierta con nuestras empresas”Hace unas semanas, UNO realizó la distribución de unas 10.000 mascarillas donadas por Mango entre las empresas de logística y transporte. ¿Qué otras acciones están realizando en UNO? ¿Cómo están apoyando a sus asociados?
Nuestra labor principal desde UNO es mantener a nuestras empresas informadas de toda la actualidad administrativa y de la normativa que se ha puesto en marcha. Por otro lado, mantenemos una línea abierta con nuestras empresas, recogemos los problemas que se han ido encontrando y se los trasmitimos al ministro para que tomen las medidas adecuadas. Nos ocupamos de cualquier problema que puedan tener nuestras empresas, como fue la intervención que tuvimos con Aena para la reducción del alquiler de sus instalaciones.
En el caso de Mango, fue la misma empresa la que tuvo conocimiento de la falta de mascarillas de nuestras empresas de transporte y quiso colaborar con la donación de 10.000 unidades que nosotros ayudamos distribuyendo a nuestros asociados y que yo personalmente se lo agradeceré siempre.
¿Cómo está siendo la organización en el día a día de todo el equipo de UNO? ¿Están yendo a las oficinas o trabajan desde casa?
Estamos todos trabajando desde casa con nuestros equipos. Nos mantenemos en contacto y tenemos reuniones de equipo. Estamos trabajando con normalidad, con la excepción de que no estamos en la oficina. Cuando tenemos que mantener reuniones, o lo hacemos por teléfono o por videollamada.