En un escenario complicado con la amenaza de una recesión, FETEIA-OLTRA centra su estrategia en abordar las novedades normativas en el ámbito aduanero (como la reforma del Código Aduanero de la Unión), en el ámbito del transporte por carretera, así como la normativa del Fit for 55. Enric Ticó, presidente de la entidad, destaca también la apuesta por el transporte ferroviario y el transporte marítimo de corta distancia: “FETEIA-OLTRA estará presente trabajando en todos estos temas, manteniendo su filosofía de interlocución continua y leal en ambiente colaborativo con todas las Administraciones”.
Como proveedores de servicios a los cargadores, ¿cuál cree que es el estado actual del sector cargador?
Seguimos instalados en un periodo de grandes dificultades. Todavía estamos sufriendo alguna incidencia derivada de confinamientos en China, a lo que se añade la guerra de Ucrania y la situación inestable del transporte internacional.
Los costes de las empresas han aumentado exponencialmente y la amenaza de recesión hace que la actividad esté cayendo, siendo las previsiones pesimistas.
En lo que respecta al transporte marítimo, los niveles de servicio siguen siendo los peores de la historia. Esto está afectando también al transporte terrestre, que está sufriendo congestiones, por la negativa de las navieras a ceder los contenedores y la falta de capacidad para prestar un servicio adecuado y ágil.
¿Cuáles son las principales demandas que os trasladan?
Las demandas de nuestros clientes van evolucionando, pero siempre desde una misma base. En este sentido, solicitan que el transitario organice el transporte puerta a puerta y se encargue de la operativa aduanera, exigiendo fiabilidad en el servicio y que los plazos sean lo más cortos posible.
Actualmente, resulta posible que el cliente esté informado en tiempo real y esta es una de las demandas del cliente. Las nuevas tecnologías nos dan a los transitarios la oportunidad de ofrecer más servicios de valor añadido.
“Si queremos un sector completamente digitalizado es esencial que trabajemos con plataforma abiertas e interoperables”
¿Cuáles diría que son los retos a corto, medio o largo plazo?
En primer lugar, el reto más inmediato es el de tratar de recuperar la estabilidad en el transporte internacional de mercancías. Es necesario recuperar unos niveles de servicio aceptables en el transporte marítimo y también debemos aumentar la actividad en el transporte aéreo. A medio y largo plazo tenemos los retos de la descarbonización y la digitalización.
Otro reto es el geopolítico: cada vez más voces indican que está teniendo una redefinición del concepto de globalización, que, en lo que nos afecta, puede suponer una reorganización de las cadenas de suministro que han esta vigentes durante décadas.
¿Cómo afectan los nuevos requerimientos medioambientales a esta actividad?
Compartimos la enorme ambición de la Administración por avanzar hacia el objetivo de lograr un continente neutro en emisiones de gases de efecto invernadero, pero pedimos una reflexión para evitar que estas normas supongan un duro golpe para el sector, como es la normativa ETS para el transporte marítimo. Algunas de las normas nos ponen en una situación de debilidad frente a los competidores de fuera de la UE. Lo mismo ocurre con la electrificación de los vehículos. Hoy en día, no existe capacidad para afrontar este reto.
Por último, también en el ámbito aduanero, deben aplicarse estas normas con proporcionalidad, evitando hacer caer todas las responsabilidades sobre el representante aduanero.
En materia de digitalización, ¿cuáles son los principales retos de los operadores que dan servicio a los cargadores?
En cuanto a la digitalización, si queremos un sector completamente digitalizado, es esencial que trabajemos con plataforma abiertas e interoperables, de modo que sea posible la conectividad de unas con otras. Si se permite que cada sujeto imponga la obligación de usar su plataforma, como un silo cerrado, será imposible que todos avancemos al mismo ritmo, especialmente las pymes.
“Es necesario que las autoridades competentes den solución, de una vez por todas, a las graves distorsiones que estamos viviendo en el sector marítimo”
¿Qué previsiones tiene el sector de cara a finalizar el 2022 y para 2023?
En el final de 2022 estamos experimentando un freno en la actividad por los motivos que todos conocemos. Los expertos prevén que esta situación se alargue durante unos cuantos meses, por lo que la previsión para 2023, lamentablemente, es esta. Todo esto puede provocar una caída del consumo y, por tanto, del comercio internacional.
¿Cuáles son las preocupaciones que trasladan a la administración pública?
Es necesario que las autoridades competentes den solución, de una vez por todas, a las graves distorsiones que estamos viviendo en el sector marítimo. Han de establecerse unas reglas de justas para todos los jugadores y ha de derogarse el Consortia Block Exemption Regulation. Otra de las cuestiones esenciales es la necesidad de que el sector reciba fondos suficientes para afrontar los retos de la digitalización y la descarbonización.
En el ámbito aduanero, es necesario potenciar la figura del OEA y también tenemos por delante el reto de la implantación de ICS 2 y el CBAM.
Por último, reiteramos una reivindicación ya histórica, como es la de solicitar mayor unidad de acción entre todas las administraciones que participan en los controles a la importación y/o exportación, con una implantación real de la VUA, puesto que la situación actual nos resta mucha competitividad frente a nuestros colegas europeos.
