Durante cuatro días la feria mostró las últimas tendencias del sector cerámico y sus industrias afines, la piedra natural y el baño, y se convirtió en punto de encuentro internacional de los profesionales vinculados con estos sectores.A falta de cifras oficiales de balance, las previsiones son optimistas. Según el presidente del certamen, Armando Ibáñez, "las percepciones, en función de lo que nos han dicho en los stands, son magníficas". Ibáñez recalcó que el "comentario generalizado es que la feria ha sido visitada por mucho comprador internacional y que se ha hecho negocio". "Conozco algunos fabricantes eufóricos, porque han cerrado contratos muy importantes", explicó el presidente. En ello insistió Carmen Álvarez, directora de Cevisama: "Desde el primer día hemos constatado una considerable afluencia, sobre todo, de comprador internacional y los clientes nos lo han corroborado. Profesionales del mercado árabe, de Rusia y de mercados europeos tradicionales han tenido una presencia muy destacada".Por su parte, el presidente de Ascer (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos), Joaquín Piñón, hizo hincapié en la calidad del visitante: "Todo era público objetivo. Los visitantes eran compradores interesados".