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Foment alerta de las oportunidades perdidas por la inversión bajo mínimos en infraestructuras

Foment del Treball ha alertado públicamente de las oportunidades que se están perdiendo por los bajos niveles de inversión en infraestructuras que está habiendo tanto en Catalunya como en España. Según la patronal catalana, en el periodo 2009-2016 la inversión pública en España y en Catalunya cayó un 60% y en el año 2017 su peso en el PIB español se sitúa en el 2%," el menor desde finales del siglo XX". Así, el peso de la inversión pública en el total del gasto público ha pasado del 12% en 2007 a menos de la mitad, el 4,9%, en 2017. "Esto ha ocasionado que los presupuestos de infraestructuras estén en mínimos históricos", subraya Foment.

  • Última actualización
    25 julio 2018 00:00

Durante la presentación de la actualización del estudio anual "Por un nuevo modelo de gestión de infraestructuras en Catalunya" y el CAT-100, catálogo de las 100 infraestructuras básicas para Cataluña, el presidente de la Comisión de Infraestructuras de Foment, Joaquim Llansó, y el director de Economía de la patronal y secretario de la Comisión de Infraestructuras, Salvador Guillermo, recordaron que una inversión pública tan "extraordinariamente baja" limita la inversión empresarial ya que la inversión pública actúa de complemento y catalizador de la privada y perjudica "la competitividad de la economía catalana y la calidad de vida de sus ciudadanos; hace perder oportunidades de crear puestos de trabajo, riqueza y bienestar".Según datos de Foment del Treball, la ejecución de las inversiones en transporte presupuestadas en los Presupuestos Generales del Estado de 2017 "sólo fue del 77,5%"."Ante esta situación de recursos públicos limitados", la patronal catalana reclama que "se seleccionen de forma cuidadosa las inversiones más productivas, sostenibles y socialmente beneficiosas con criterios objetivos y transparentes, utilizando metodologías que sistemáticamente evalúen los proyectos y que permitan compararlos entre ellos, a fin de sacar el máximo provecho de los recursos público, en un contexto de fuerte restricción presupuestaria, al tiempo que habrá que contemplar las colaboraciones público-privadas y la financiación mediante el pago por uso (peajes abiertos, euroviñeta, etcétera)".

Qué pasa con el CorredorEn el caso concreto del Corredor Mediterráneo, el análisis de la Comisión de Infraestructuras y Equipamientos de Foment del Treball remarca que se detectan algunos avances, a pesar de que "se encuentra todavía bastante atrasado". A juicio de la patronal catalana, "proyectos inadecuados, impugnaciones legales, dificultades técnicas con el tercer hilo, ajustes presupuestarios o insuficiente impulso político han ocasionado que la infraestructura no se ejecute en el plazo establecido", hasta Almería en 2017, recuerdan.Foment valora positivamente la creación de la figura del coordinador del Corredor Mediterráneo, aunque ponen de relieve la existencia de un importante punto negro, al afectar a una de las obras clave de dicha infraestructura: "el nuevo acceso ferroviario al Puerto de Barcelona queda paralizado por cambio en el proyecto, y las obras del acceso viario están paradas y está prevista la rescisión del contrato y la redacción de un nuevo proyecto".