Puig, quien previamente mantuvo una reunión con el presidente del Gobierno de Aragón, incidió en que esta línea ferroviaria es una inversión "racional, eficiente y rentable, que trasciende la repercusión local al ser un eje estratégico de interés nacional y europeo.
Durante su comparecencia, ambos presidentes autonómicos coincidieron en la necesidad de aprovechar el "cambio de sensibilidad" del nuevo Gobierno de España, al tiempo que han solicitado la reactivación de la comisión de seguimiento del eje Cantábrico-Mediterráneo para presentar el plan director de la línea y señalar la "insuficiencia" de la dotación presupuestaria prevista por ahora, de 300 millones de euros. Esta partida presupuestaria, según aseguraron ambos, no permite crear un corredor adecuado para el transporte de viajeros y mercancías. Además, también han considerado "urgente" que se trabaje para la creación de una vía de ancho internacional, uno de los criterios que solicita Bruselas para su financiación.Además, por su parte, Puig agradeció la labor de sindicatos, organizaciones empresariales y del conjunto de la sociedad, así como la de la Autoridad Portuaria de Valencia, que, como ha recordado, invirtió 84 millones de euros en la mejora de la línea. En este sentido, el president recordó que solo esta inversión ha supuesto un incremento del 166% en el transporte de vehículos.Por ello, el jefe del Consell calificó de "anomalía" el aislamiento generado en torno a Valencia en la renovación de los ejes transeuropeos y ha instado a trabajar en varias vías: mediante la colaboración con el Gobierno de España y aumentando la presencia en Europa para "impregnar" la dinámica comunitaria con las reivindicaciones conjuntas.En este sentido, el president criticó la no inclusión del tramo Zaragoza-Sagunt alegando que supera en PIB y población al resto de los sectores nuevos propuestos y aceptados por la Unión Europea o que el tráfico de contenedores de todos los puertos atlánticos incluidos solo alcanza el 22% del de los puertos valencianos.Asimismo, explicó que el trazado cumple con 6 de los 8 criterios que la Comisión Europea considera óptimos para su inclusión. Los dos restantes - señaló- hacen referencia a criterios transfronterizos que no se aplicarían en este caso.Además, tanto Puig como Lambán denunciaron que el trayecto entre Valencia y Zaragoza dure 5 horas, por una vía única, sin electrificar y de ancho ibérico. "Entre la tercera y la quinta ciudad de España en 50 años no se ha modificado su conectividad", ha lamentado Puig, y ello, pese a que, como ha recordado el president, la aragonesa y la valenciana son dos comunidades "absolutamente interrelacionadas" y con unas fronteras "capilarizadas" como nexos de unión.